<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, tiene sobre su mesa, desde hace una semana, un puñado de cartas en las que los diplomáticos le reclaman que comience ya la adjudicación de puestos en el exterior para que los afectados puedan organizar su vida y la de sus familias en los próximos años, según pudo saber <em>The Diplomat</em> de fuentes del Ministerio.</strong></h4> Las cartas han sido enviadas a la ministra por la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) -que agrupa al 70% de los miembros de la Carrera Diplomáticas- conjuntamente con la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE). Igualmente, se han dirigido a la ministra los representantes de las distintas categorías de diplomáticos en la Junta de la Carrera Diplomática, que es el órgano que evalúa las solicitudes de adjudicación de puestos y presenta unas propuestas al titular del Ministerio, que suele aprobarlas, salvo algún caso excepcional. Es el sistema conocido popularmente entre los diplomáticos españoles como “el bombo”. Los funcionarios recuerdan en sus cartas que para que esa distribución de nuevos destinos pueda ser realizada, antes es necesario que González Laya designe a las personas que ocuparán los llamados “puestos de asterisco”, que son aquellos elegidos directamente por la ministra, sin necesidad de esperar a la propuesta de la Junta. Este año, en la convocatoria del concurso de puestos, hay cuatro “de asterisco”, porque se consideran especialmente sensibles para los intereses de España. Se trata del Consulado General en La Habana; y de las segundas jefaturas en la capital cubana, en Caracas y en Washington. Una vez que se conozca quienes irán a esos destinos, la Junta puede comenzar con sus reuniones para distribuir el resto de los puestos, en función de las solicitudes recibidas y teniendo en cuenta el historial profesional de los aspirantes. Todo el proceso debería haber concluido el 20 de abril, pero debido al estado de alarma, los miembros de la Junta no se han podido reunir y ahora tratan de hacerlo por videoconferencia y de manera telemática, de forma que se respete el secreto de las votaciones. Los mensajes enviados a la ministra coinciden en la necesidad de que distribuya los puestos “de asterisco” para poder distribuir el resto, porque, aunque la incorporación a los nuevos destinos se realiza, normalmente, el 1 de agosto, los diplomáticos han de disponer de tiempo suficiente para resolver los problemas logísticos, familiares,etcétera, derivados de los traslados a otros países. Así, por ejemplo, la carta conjunta de las Juntas Directivas de ADE y AMDE, a la que tuvo acceso<em> The Diplomat</em>, recuerda a la ministra que en el proceso de selección participan 266 diplomáticos y diplomáticas, algunos de los cuales saben que vuelven a Madrid, pero el resto “desconoce aún su futuro profesional y vital a partir de julio/agosto de este año, para períodos que oscilan entre tres y cinco años, y en lugares que pueden estar geográficamente muy alejados”. “La situación -añade- afecta gravemente a las posibilidades de conciliar la vida personal y profesional y a las familias. Cuestiones como la escolarización de los hijos, el trabajo del cónyuge, o la búsqueda de alojamiento requieren una solución inmediata para evitar, entre otros, agravar un coste económico ya de por sí considerable. Huelga decir que a ello se suma la inquietud que esta indefinición produce, más aún en el entorno de la actual epidemia, y sobrepasado el plazo establecido de resolución del 20 de abril a causa el Estado de alarma”. Las asociaciones subrayan que otros servicios diplomáticos, de la UE y de países de nuestro entorno ya tienen resuelta esta situación. Y afirman que también la han resuelto “los técnicos comerciales del Estado, cuya atribución de destinos ha sido publicada recientemente en el BOE y otros funcionarios del servicio exterior, que ya han recibido comunicación sobre el puesto a ocupar". Por todo ello, piden a González Laya que resuelva “lo antes posible” la asignación de candidatos a los cuatro puestos de asterisco de este concurso, para que el Grupo de Trabajo de la Junta de la Carrera pueda iniciar en breve y telemáticamente los trabajos, de modo que los puestos sean asignados con la mayor premura posible. En el mismo sentido, se expresa la misiva enviadas por los representantes de las distintas categorías de diplomáticos, que hacen hincapié en que, si se resolviera ya la convocatoria, sus compañeros “podrían comenzar a organizar su traslado, con todo lo que ello implica: reserva de plazas en colegios, búsqueda de vivienda”. Añaden que también “se permitiría a sus cónyuges y/o parejas gestionar el traslado, especialmente en lo que respecta a sus carreras profesionales, ya que muchos deberán comunicarlo en sus actuales puestos de trabajo, e iniciar la búsqueda de un nuevo empleo en el país de destino que se trate”. Recuerdan finalmente, que “todos esos trámites requieren su tiempo, y que están, en muchas ocasiones sometidos a plazos, y límites de fechas (por ejemplo las matrículas de inscripción en colegios/universidades)”. Por su parte, UGT ha dirigido otra carta a la ministra exigiendo que tome la medidas necesarias para que se resuelva ya el concurso. Asimismo,la Asociación de Familiares de Diplomáticos ha escrito una carta al director general del Servicio Exterior, Álvaro Kirkpatrick, reclamando que el proceso se ponga en marcha y exponiendo los problemas a los que se enfrenta el personal diplomático que ha de realiza un traslado, especialmente en estos momentos de pandemia.