<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Real Instituto Elcano ha estimado que la política exterior anunciada por el actual Gobierno de coalición no va a experimentar cambios doctrinales importantes con la pandemia del coronavirus y ha advertido de que esta crisis “va a afectar mucho al futuro” de una Unión Europea “integrada a medias”.</strong></h4> Después de un año de bloqueo político interno y de interinidad gubernamental, la política exterior de la XIV Legislatura se ha visto marcada en su arranque por la constitución del primer gobierno estatal de coalición en la historia reciente, por la inédita presencia en el poder de fuerzas “a la izquierda de la socialdemocracia”, por la ausencia de mayoría absoluta y por el “clima de alta confrontación” causado por la “forma hostil” con que la oposición (PP, Vox y Ciudadanos) ha recibido al nuevo ejecutivo, según indica el informe <a href="http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/c96ba763-f0c3-494b-bb03-3b9791b6ccbb/Policy-Paper-Espana-en-mundo-2020-perspectivas-desafios-coronavirus.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=c96ba763-f0c3-494b-bb03-3b9791b6ccbb" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong><em>España en el mundo en 2020: perspectivas y desafíos para el año del coronavirus.</em></strong></a> “El reparto de tareas entre los socios de coalición, el programa de investidura y el perfil de quienes han asumido responsabilidades en este ámbito apuntan incluso a <strong>una profundización en las apuestas estratégicas de los últimos años: europeísmo, multilateralismo y atlantismo</strong>” y, “aunque se producirán turbulencias durante la gestión de la grave pandemia del COVID-19, los primeros indicios denotan más bien <strong>una pauta de continuidad en la política exterior, sin giros doctrinales</strong>”, prosigue el documento, presentado ayer por el Real Instituto Elcano y coordinado por el investigador Ignacio Molina. “Siempre que la alerta sanitaria no termine de arruinar todos los programas y diseños previos, el plan es desplegar una acción diplomática más proactiva”, añade el documento. No obstante, “bien porque al final no haya presupuesto para 2020, bien porque el impacto de la crisis sanitaria sobre el proyecto que se presente no incluya más dinero para acción exterior”, la diplomacia y el servicio consular tendrán “que multiplicar esfuerzos para gestionar, con los mismos recursos, una situación desbordada con muchos nacionales en el extranjero afectados por la enfermedad o la cuarentena y con prohibiciones o controles en los viajes a España”. Según Elcano, el coronavirus<strong> “afectará mucho al volumen y naturaleza de la presencia global de España”</strong>. El impacto se verá enseguida reflejado en el descenso de turistas y en otros componentes de la dimensión blanda (migrantes, estudiantes extranjeros, proyección deportiva y presencia cultural), si bien <strong>la virulencia del foco infeccioso en España podría atraer atención mediática</strong>”. <h5><strong>El futuro de la UE</strong></h5> En cuanto a la UE, el documento advierte de que “la pandemia supone un gran peligro para el proceso de integración por diversos motivos, empezando por las escasas competencias de Bruselas en casi todo lo que ahora mismo importa (salud pública, seguridad y movilidad interior), pero también por el riesgo de fragmentación del Mercado Interior que la situación comporta o, por supuesto, el horizonte de una nueva recesión económica y todos los problemas de credibilidad política que puede acarrearle una respuesta decepcionante”. “<strong>La enfermedad demuestra (como ya hicieron antes las crisis del euro y la de refugiados) los problemas de una integración a medias, tanto a nivel sanitario como económico”</strong>, añadió Elcano. En el aspecto sanitario, lamentó el <em>Think Tank</em>, “<strong>el Consejo de ministros de Sanidad apenas ha tomado medidas operativas comunes”</strong>, mientras que en el aspecto económico y monetario,<strong> “la preocupación es aún mayor porque el efecto puede ser profundo y duradero, con economías muy débiles y posibles nuevas subidas de las primas de riesgo”</strong>. Para ello, advirtió, “no basta con relajar normas de ayudas de Estado o permitir el incremento del déficit que se va a producir como consecuencia de los enormes planes de estímulo que están anunciando los gobiernos nacionales”, sino que <strong>“se trata de tener altura de miras y saber evitar que los prejuicios vuelvan a transformar un problema a priori general en choques asimétricos”</strong>. “El punto de vista español (que se está coordinando con el de otros Estados miembros, con problemas potenciales de deuda, como Francia, Italia, Bélgica. Portugal, Grecia, Irlanda, Eslovenia y Luxemburgo) es que las medidas, al menos por lo que se refiere a la zona euro, han de ser <strong>coordinadas, solidarias, rápidas y ambiciosas</strong>”, pero se enfrenta a “la prudencia, o tal vez resistencia, a esas ideas” por parte de “determinados Estados del Norte, singularmente Alemania y los Países Bajos”. <strong>“A pesar de las carencias competenciales, del hecho de que la Comisión disponga de escasa autoridad política ejecutiva y de las fuertes desavenencias sobre la respuesta económica en el seno del Consejo, es importante que la UE muestre liderazgo colectivo y compartido con los Estados”</strong>, ya que “ésta es una crisis que va a afectar mucho al futuro de la Unión y demanda una respuesta común”. Según Elcano, la pandemia va a debilitar a las <strong>“fuerzas iliberales” </strong>si la UE “muestra capacidad de proteger, pero también fortalecerles si se gestiona mal”.