<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno evidenció ayer en el Congreso de los Diputados que su política con relación a Venezuela ha cambiado desde la formación del Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos, después de que su presidente, Pedro Sánchez, se refiriera a Juan Guaidó como “líder de la oposición” y no como “presidente encargado” del país como hace un año.</strong></h4> La ocasión para constatar ese giro fue el <strong>tenso debate parlamentario</strong> vivido en la Cámara Baja con varias preguntas e interpelaciones de PP, Ciudadanos y Vox sobre el encuentro que hace tres semanas protagonizó el ministro de Transportes<strong>, José Luis Ábalos,</strong> en el aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta venezolana,<strong> Delcy Rodríguez</strong>. Respondiendo a una pregunta del <strong>presidente de Vox, Santiago Abascal</strong>, Sánchez insistió en afirmar que con la entrevista con Delcy Rodríguez, el ministro Ábalos “hizo su labor” y evitó una crisis diplomática al impedir que la vicepresidenta venezolana pisara territorio Schengen algo que tiene prohibido por la UE. Según el jefe del Ejecutivo, España apuesta por una relación con Venezuela en la que prime "el encuentro, la democracia y la reconciliación" y para demostrarlo, recurrió a unas palabras de Guaidó hablando de su deseo de que haya "las mejores relaciones" entre España y Venezuela. "Está clara -dijo Sánchez textualmente- cuál es la postura del líder de la oposición". El 4 de febrero de 2019, el Gobierno español encabezó la reacción de los Gobiernos del mundo que reconocieron al presidente de la Asamblea Nacional Venezolana tras su autoproclamación como presidente del país, y e<strong>n aquella ocasión Sánchez calificó a Guaidó de “presidente encargado de Venezuela”</strong> hasta la convocatoria de elecciones democráticas libres. Tiempo después aceptó a <strong>Antonio Ecarri</strong> como representante especial de Guaidó en España, pero manteniendo la relación diplomática con el régimen de Nicolás Maduro, que es quien tiene acreditado oficialmente en España un embajador. Las sospechas sobre un cambio en la política hacia Venezuela aumentaron con la llegada al Gobierno de coalición de Unidas Podemos, cuyo cabeza de filas y hoy vicepresidente,<strong> Pablo Iglesias, habló de Guaidó como "un dirigente importante de la oposición”</strong> para justificar que fuera la ministra de Asuntos Exteriores, <strong>Arancha González Laya</strong>, y no Pedro Sánchez, quien le recibiera en su visita a Madrid. Ayer, la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, al exponer la interpelación de su formación al ministro de Transportes, <strong>pidió al presidente del Gobierno una “rectificación pública”</strong> por referirse a Guaidó como “líder de la oposición” y no como “presidente encargado” y le acusó de asumir “el lenguaje del chavismo”. Álvarez de Toledo añadió que <strong>el Gobierno "ha asumido posiciones de Podemos</strong>, un partido deudor del chavismo en todos los sentidos" y del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de "trabajar activamente para una dictadura". Äbalos replicó que, después de que hace un año Sánchez reconociese a Guaidó como "presidente encargado con el horizonte de que promoviera la convocatoria de elecciones presidenciales", el Gobierno "continúa reconociendo y respaldando al presidente encargado Guaidó". La vicepresidenta del Gobierno,<strong> Carmen Calvo</strong>, preguntada posteriormente por los periodistas sobre si el Ejecutivo reconoce a Guaidó como líder de la oposición o como presidente encargado de Venezuela, aseguró que la política no ha cambiado, aunque no citó a Guaidó. Por lo que respecta al encuentro entre Ábalos y Delcy Rodríguez, los partidos de a oposición pusieron de relieve las distintas versiones dadas por el Gobierno, mientras desde el Ejecutivo se defendió que Ábalos evitó una crisis diplomática con Venezuela. Desde la bancada <strong>del PP se pidió a gritos la dimisión</strong> del ministro de Transportes.