<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>Su Majestad el Rey recordó ayer a los nuevos diplomáticos españoles que los valores que impulsan la política exterior de España son los consagrados en la Constitución. Lo hizo al hacer entrega de los despachos en la Escuela Diplomática a los 32 integrantes de la 71 promoción de la Carrera Diplomática.</strong></h4> En su discurso, don Felipe instó a los jóvenes secretarios de Embajada -18 hombres y 14 mujeres- a proyectar en el exterior los valores constitucionales, haciendo “más universales -dijo- el respeto a la dignidad humana, la libertad, la igualdad, la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, la defensa y promoción del Derecho Internacional y el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de cooperación entre todos los pueblos de la Tierra”. Asimismo, el Rey indicó a los nuevos diplomáticos que como servidores públicos tienen el deber de desempeñar sus tareas “con arreglo a un código de conducta y a unos principios éticos fundamentales”. Don Felipe, que les dió la “bienvenida al Estado”, les recordó también que ,a partir de este momento, asumen “el alto cometido de la asistencia y protección de nuestros compatriotas en el exterior”, señalando que esa es “una labor que la sociedad española, cada vez más volcada al mundo exterior, valora y agradece”. El Rey, aludiendo a las dificultades que se presentarán en su trabajo en el futuro, en otros climas y con otras costumbres, instó a los diplomáticos a trabajar "en cuerpo y alma" por los intereses generales de los españoles. Por ultimo, subrayó la profesionalidad del servicio exterior español "en sus labores de diplomacia política, económica, de defensa, cultural y de cooperación internacional, así como consular", que él mismo y la Reina, y ante sus padres, han podido comprobar en sus viajes y expresó su confianza en que podrá volver a estrechar las manos de los jóvenes a quien hoy entregaba sus despachos, "en cualquier rincón del mundo" y agradecerles su compromiso con España. Antes de la intervención del Monarca, tomó la palabra la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien, igualmente animó a los secretarios de Embajada a presentar ante el mundo “una España que da gran importancia a los valores de libertad, de diversidad, de igualdad, de apertura y de solidaridad". Además, tras referirse a las transformaciones que vive el mundo y a la existencia de crisis, como la del Brexit, que ha hecho -afirmó- “que el Reino Unido abandone la Unión Europea por el impulso de un movimiento radical de nacionalismo extremo”, indicó que “el multilateralismo bajo el que nos cobijamos parece debilitarse”. Por ello, manifestó: “Hemos de luchar por un multilateralismo más fuerte y adaptado a la realidad de nuestro tiempo, que quizás ni es la de hace 75 años”. La ministra, además, expresó su deseo de que la Escuela Diplomática, que está a punto de cumplir 80 años, prosiga su actual camino y siga modernizándose para convertirse en un centro de formación en excelencia del servicio exterior. En ese sentido, habló de la posibilidad de concesión de becas y pasantías internacionales, de acuerdo con instituciones españolas y extranjeras. Y concluyó dirigiéndose a los nuevos diplomáticos para decirles que de ellos dependerá, en gran medida, la modernización del Servicio Exterior de España. Por su parte, el embajador director de la Escuela Diplomática, Fernando Fernández-Arias repasó la formación recibida por los jóvenes diplomáticos, de quienes destacó su “dinamismo e ilusión”, al tiempo que les dijo: “Representamos a España, promoviendo los valores de la Constitución y poniendo el interés común sobre el propio, sabiendo que el avance del país redunda en beneficio de todos". En nombre de los nuevos secretarios de Embajda, habló Daniel Portero, número uno de la promoción, quien expresó su satisfacción personal y la de sus compañeros “por formar parte d euno de los servicios diplomáticos más importantes del mundo”, y señaló que “valores como la defensa de la libertad, de los Derechos Humanos y de la democracia serán siempre faros de nuestra actuación”.