The Diplomat
La situación política en Cataluña sigue afectando a la imagen de la marca España y, por tanto, a las inversiones extranjeras, pero lo hace en menor medida que hace dos años y está siendo más perjudicial para la propia marca Cataluña, que “ha perdido dos décadas en términos de fortaleza de marca”.
Estas son algunas de las conclusiones del último informe sobre el impacto de la situación política en Cataluña sobre la marca España, presentado por MESIAS, el sistema de inteligencia encargado de monitorizar el estado y evolución de la Marca País, y que fue presentado este pasado jueves en la Universidad CEU San Pablo.
Según explicó durante el acto el director general de MESIAS, José María Cubillo, la marca España se ha recuperado de la pérdida de imagen y reputación que sufrió en 2017, en tanto que la marca Cataluña se ha debilitado. “La marca Cataluña ha perdido dos décadas en términos de fortaleza de marca”, debido, principalmente, al descenso de la inversión externa y a la caída de las exportaciones, “dos pilares históricos de la economía catalana convertidos hoy en fuentes de debilidad”, prosiguió.
En cambio, precisó, “la pérdida de fortaleza de la marca Cataluña, lejos de haber debilitado la marca España, ha ocasionado que se genere un proceso de reequilibrio y redistribución del atractivo por comunidades autónomas”. De hecho, el informe prevé que el conflicto catalán tendrá en 2019 un efecto menor sobre la marca España que en 2017, a lo cual ha contribuido “la demostración de que España es un Estado fuerte y sólido, que garantiza la seguridad, la estabilidad y el cumplimiento de la ley”. Por ello, el procès seguirá afectando a la marca España, pero, sobre todo, afectará “a la marca Cataluña y a la marca Barcelona”.
En el mismo acto, la presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, advirtió de que “la marca España no genera anticuerpos en ningún lugar del mundo” y que “la visión de las empresas extranjeras es general y no sólo de lo que sucede en cada una de las regiones”. Por ello, y teniendo en cuenta el grado de internacionalización de las empresas españolas, “hay que aislar la situación general respecto a la particular en Cataluña y diseñar estrategias que refuercen aspectos en los que la marca España tenga un mayor valor añadido”.
Por su parte, el secretario general del Círculo de Empresarios, Alfredo Bonet, afirmó que “la conflictividad y la violencia en Cataluña, especialmente cuando afecta a los procesos productivos, aumenta exponencialmente el riesgo de inversión”. “Es esencial que podamos mostrar a los inversores extranjeros la fortaleza de las instituciones del Estado y, dentro de éste, de las catalanas”, añadió.