Aleksandar Erakovic
Embajador de Montenegro en España
J.D. Latorre / A. Rubio
Es usted el primer embajador de Montenegro que reside en España. ¿Cómo se siente en nuestro país?
Este mes de noviembre, se cumplen dos años de mi mandato como embajador de Montenegro en España. Un tiempo que ha pasado increíblemente rápido, y yo diría que por dos razones: la primera es que había mucho trabajo por hacer para establecer una nueva Embajada e intensificar las relaciones bilaterales de nuestros dos países. Y la segunda es que, por otro lado, Madrid y España son increíblemente hermosos y ofrecen una experiencia de estilo de vida única, haciendo que cada día parezca corto para lograr todo lo que uno desea. Además, si me alejo del vocabulario diplomático por un momento, mi relación con España podría describirse como «amor a primera vista». Y, por supuesto, ese amor aún perdura, enriquecido por todo lo que España tiene para ofrecer, desde tesoros culturales e históricos hasta un estilo de vida específico, que deja mucho tiempo para relajarse y socializar con amigos. En este sentido puedo afirmar que las «sobremesas» se han convertido en mi parte favorita del día, y el Retiro en mi lugar preferido para pasear…
Como apasionado de los deportes, también debo señalar que los primeros representantes como sutiles embajadores de Montenegro en España han sido nuestros muchos deportistas, con sus magníficas carreras en sus clubes: desde Pedja Mijatovic en el Real Madrid hasta Stefan Savic en el Atlético o el jugador de baloncesto Bojan Dubljevic en Valencia. Han representado y siguen representando a Montenegro en España de la mejor manera y, por ello, les estoy muy agradecido.
La independencia de Montenegro llegó de la mano de un referéndum pactado con Serbia. ¿Qué diferencias puede haber entre aquella situación y otras más recientes?
No quiero, ni puedo, comparar el referéndum de independencia de Montenegro en 2006 con la situación en cualquier otro lugar del mundo. Porque cada historia es una historia en sí misma y tiene sus propias peculiaridades. Puedo recordar que Montenegro organizó un referéndum sobre la independencia bajo la base de un acuerdo con Serbia, con el que había estado en la unión estatal hasta entonces, y con la plena participación de la Unión Europea y la comunidad internacional, que establecieron una condición sin precedentes: al menos el 55 por ciento de los ciudadanos deberían votar por la independencia para ser aceptados internacionalmente. El referéndum se celebró en una atmósfera pacífica y democrática, sin incidentes, con la participación del 87 por ciento del electorado, por lo cual, los resultados del referéndum fueran absolutamente aceptados y confirmados por todo el mundo. Este fue el camino por el cual Montenegro restableció su independencia. Pero, insisto, cada estado, de conformidad con su Constitución y sus leyes, debe resolver sus problemas.
Actualmente, Montenegro está desarrollando intensos esfuerzos para integrarse en la Unión Europea. ¿En qué momento de las negociaciones con la UE se encuentran?
En su reconstrucción de la independencia, Montenegro proclamó dos objetivos principales para su política exterior: ser aceptados como miembros de hecho en la OTAN y en la Unión Europea. El primer objetivo se logró en junio de 2017, cuando Montenegro se convirtió en el estado número 29 de la OTAN y en el proceso de adhesión tuvo un fuerte apoyo de España. Con respecto a la afiliación en la UE, Montenegro ha abierto todos los capítulos de negociación, desde 2012 hasta el presente, excepto el Capítulo 8, y ha comenzado el proceso de cierre de los capítulos. Hemos recorrido un largo camino en las negociaciones en relación con otros aspirantes de los Balcanes Occidentales en la UE. Sin embargo, somos testigos de la reciente política de ampliación de la UE, que consideramos que es quizás la política europea más exitosa, aunque ha sido cuestionada por algunos países. Lo más importante es que los Balcanes Occidentales continúan reformándose en el espíritu de los estándares europeos, y Montenegro continúa trabajando arduamente para lograr estos objetivos, principalmente por el bien de sus ciudadanos y el mejoramiento de sus vidas. Para Montenegro no hay otra alternativa que pertenecer a la UE, aunque no depende solamente de nosotros cuándo eso vaya a suceder.
¿Cómo puede España ayudar a su pronta integración?
Circunstancialmente, Montenegro está vinculado a España de una manera muy especial en su proceso de pertenencia a la UE. Es decir, las negociaciones para su afiliación, se iniciaron en 2012, en un momento en que el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad era el español Javier Solana. En los próximos cuatro años, cuando esperamos terminar nuestras negociaciones, otro español, Josep Borrell, volverá a estar en la misma posición en Bruselas. De esta manera, hemos comenzado y, con suerte, terminaremos nuestro viaje a la Unión Europea, con el español en una de las posiciones clave en la capital belga. Es nuestra expectativa que, como antes, España apoye firmemente la política de ampliación, así como el principio de evaluar los resultados para cada país individualmente.
La balanza comercial bilateral actual favorece notablemente a España, según los datos de 2018 (26,9 millones de euros a favor de España). ¿Cómo puede equilibrarse esa balanza? ¿Qué productos puede ofrecer Montenegro?
Siendo realistas, es difícil esperar que la balanza comercial pueda equilibrarse entre la pequeña economía montenegrina y la economía española, que es una de las economías más grandes a nivel de la UE. Montenegro exporta principalmente aluminio, bauxita, madera, electricidad, pero en el comercio exterior total, las exportaciones cubren menos del 20 por ciento de las importaciones.
¿Puede ser Montenegro un país de interés para los inversores españoles? ¿Qué ventajas ofrece su gobierno a potenciales inversores?
Montenegro es el principal destino de inversión en nuestra región: la entrada total de IED en el primer semestre de este año fue cercana a los 400 millones de euros. La tendencia de crecimiento es especialmente visible después de la adhesión de Montenegro a la OTAN (2017), por lo que sólo en el último año las inversiones de los estados miembros de la Alianza crecieron más del doble en el último año. Uno de los objetivos clave de nuestra Embajada en Madrid es presentar en España el potencial de inversión de Montenegro, principalmente en los sectores de turismo, energías renovables, transporte, agricultura, así como en grandes proyectos de infraestructuras. Hemos tenido numerosas y significativas reuniones con un gran número de empresas españolas y creo que ya tendremos resultados concretos el próximo año… También mencionaría la exitosa cooperación que tenemos en numerosos proyectos con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Aunque es un país pequeño, Montenegro alberga increíbles singularidades naturales, como el cañón del río Tara, sus más de 40 lagos o los diferentes climas, que van desde el tropical al subpolar. ¿Esa diversidad natural puede ser un buen reclamo para fomentar el turismo desde España?
Describiendo las bellezas naturales de Montenegro, en un área un poco más pequeña que 14,000 kilómetros cuadrados (¡España es 36 veces más grande que Montenegro!), Lord Byron escribió la famosa frase hace más de dos siglos: “…En el nacimiento de nuestro planeta, el encuentro más hermoso entre la tierra y el mar debe haber ocurrido en la costa de Montenegro”. Hoy, por supuesto, el turismo es nuestra industria líder. Este año, esperamos superar los 2,5 millones de visitantes y superar los mil millones de euros. Me complace observar que el número de turistas españoles está aumentando, lo que sin duda está relacionado con la presencia del Grupo Iberostar y Meliá con sus hoteles en nuestra costa, y, además, desde este pasado verano el primer servicio aéreo directo entre Podgorica y Barcelona. Creo que la tendencia de aumentar el número de turistas españoles en Montenegro continuará, ya que registramos que un número creciente de nuestros ciudadanos están visitando España. La apertura de la Embajada de Montenegro en Madrid, así como la apertura del Consulado Honorario de España en nuestra capital, Podgorica, sin duda contribuyen a esto.
Se erigió un monumento a Cervantes recientemente en la ciudad de Ulcinj, en la costa montenegrina. ¿Cuál fue el motivo?
Se sabe que el español más famoso del siglo XVI, después de la famosa batalla de Lepanto, pasó varios años en cautiverio en algún lugar del Mediterráneo, y que después de regresar a España escribió su obra más famosa, Don Quijote. Según una leyenda existente en Montenegro, Cervantes fue capturado por los piratas de Ulcinj y pasó un tiempo en esta ciudad, que se llamaba Dulcinio en aquél momento. Supuestamente le dio al personaje femenino principal en Don Quijote el nombre de Dulcinea, después de ver a una hermosa mujer de Ulcinj, a quien conoció en los años de su cautiverio en esa ciudad. No hay evidencia clara de que esta historia sea cierta, pero alentados por esta leyenda, los habitantes de Ulcinj erigieron un monumento a Cervantes el año pasado. En cualquier caso, los turistas españoles visitan Ulcinj cada vez más, y el libro publicado por la escritora española Angela Rodicio “Dulcinium: El amor perdido de Cervantes”, hace unos años, ciertamente ha contribuido a esto.