The Diplomat
El Gobierno español reclamó ayer al Gobierno de Daniel Ortega el levantamiento “inmediato” del asedio policial al que está sometida la iglesia de San Miguel de Masaya, su párroco y los fieles que le acompañan, entre los que se encuentran familiares de “presos políticos” encarcelados por participar en protestas contra el régimen nicaragüense.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores expresa la “preocupación” del Ejecutivo por la reciente detención de trece opositores que trasladaban alimentos y ayuda a los encerrados en el templo y que se encuentran en huelga de hambre para pedir la excarcelación de los detenidos.
«La libertad de expresión, manifestación y reunión -señala el comunicado- son pilares básicos de la democracia garantizados por la Constitución nicaragüense”. Y añade: “España reclama una urgente salida de la crisis a través de una negociación política basada en el respeto de los de los derechos humanos y los valores democráticos».
Los trece activistas fueron detenidos cuando se encontraban «trasladando ayuda» a familiares de los más de 130 «presos políticos» que se encuentran en huelga de hambre, según denunció el viernes la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), a la que pertenecen todos ellos.
A las condenas se sumó Amnistía Internacional, así como la Red Internacional de Derechos Humanos, que recordó al Estado «su obligación de resguardar la integridad física de estas personas».
Más de 300 personas han muerto y miles han sido detenidas en Nicaragua, desde que, en abril, estallara las protestas contra una reforma de la seguridad social y que aumentaron hasta reclamar la «democratización» del país.