Eduardo González
La Fundación Alternativas defendió ayer el empoderamiento de la mujer como factor de paz en el Sahel y advirtió de que el enfoque meramente militar adoptado por Occidente, incluida España, para afrontar el terrorismo en la región no sólo no ataja las causas de la violencia, sino que incluso contribuye a agravarla.
Éstas son las principales conclusiones del Informe sobre el empoderamiento de las mujeres en zonas de conflicto: enfoque en el Sahel, presentado ayer en la sede de la Fundación en Madrid por sus autoras, Marta Íñiguez de Heredia, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y la senegalesa Aminata Ndiaye, asesora regional de género en la Secretaría Permanente del G5 Sahel.
“El empoderamiento de la mujer es un imperativo ético y legal” que tiene el “valor instrumental” de convertir a las mujeres en “un vector fundamental para prevenir y paliar los conflictos” en su triple condición de víctimas, dinamizadoras de las estrategias de paz e incluso perpetradoras de violencia, explicó Íñiguez de Heredia.
De acuerdo con el documento, el Sahel es una “región estratégica para la seguridad de Europa y Estados Unidos” que se ha visto recientemente sacudida por golpes de Estado y por el surgimiento de grupos terroristas en la cuenca del lago Chad y en el norte de Mali, como Boko Haram y Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Esta situación, además, se ha agravado por “crisis económicas, alimentarias y climáticas y por el aumento del flujo de armas”.
Para afrontar esta “tormenta perfecta”, según la investigadora, es necesario adoptar un enfoque “multifactorial” que tenga en cuenta todos los factores, pero “el que se lleva los presupuestos y las acciones primarias” es “el enfoque militarizado adoptado por los socios occidentales, por Francia sobre todo, pero también por España o Estados Unidos”.
Este enfoque militar, advirtió Marta Íñiguez de Heredia, “no sólo no da salida a las cuestiones estructurales de la base del conflicto, sino que, en ocasiones, incluso es la base de la reproducción de la violencia, ya que, de la misma forma que el Sahel se ha convertido en una región estratégica en la lucha contra el terrorismo, el Sahel se ha convertido para los grupos terroristas en la frontera de la lucha contra Occidente y contra las fuerzas extranjeras”.
Por ello, advierte el informe, “a pesar de la movilización internacional, con un gran número de operaciones e iniciativas militares” (19 en total, de instituciones como el G5 Sahel, la ONU, la UE y la Unión Africana, además de donantes y bancos bilaterales), la conflictividad “ha ido en aumento no sólo a pesar sino a causa de la intervención internacional”.
España participa en labores de asesoramiento y entrenamiento de las capacidades de la Fuerza Conjunta de G5 Sahel a través de la misión europea EUTM Mali. El informe de la Fundación Alternativas presentado ayer fue encargado, precisamente, por el Ministerio de Defensa “para dar soporte a la evaluación del escenario desde otras perspectiva”, según explicó durante el acto el presidente del Consejo de Seguridad y Defensa de la Fundación Alternativas, Constantino Méndez.