<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Los Reyes de España protagonizarán a partir del 12 de noviembre, sólo dos días después de las elecciones generales, la primera visita de Estado de un monarca español a Cuba en toda la historia de la isla, en el curso de la cual Felipe VI se reunirá con organizaciones de la sociedad civil no vinculadas al Régimen.</strong></h4> Este viaje de Estado, que se celebrará entre los días 12 y 14 de noviembre, se enmarca dentro los <strong>eventos conmemorativos del V Centenario de la fundación de la ciudad de La Habana</strong> y “servirá para reflejar, al más alto nivel, la excelencia e intensidad de las relaciones bilaterales entre la República de Cuba y el Reino de España”, según informó el Gobierno. Según indicaron fuentes gubernamentales, <strong>la coincidencia de la visita con la celebración de las elecciones ha sido fortuita </strong>y no hay ninguna intención de cambiar los planes, sean cuales sean los resultados de los comicios. Las fechas han estado marcadas por la conmemoración de La Habana y la invitación, cursada inicialmente por el anterior presidente, Raúl Castro, y reiterada por el actual, Miguel Díaz-Canel, fue aceptada cuando nadie preveía nuevas elecciones anticipadas. Asimismo, las mismas fuentes rechazaron que esta visita suponga un apoyo político al régimen castrista y aseguraron que la decisión de participar en los actos conmemorativos de La Habana unos días antes de las celebraciones oficiales (que tendrán lugar el 16 de noviembre) no se debe al intento de no coincidir con mandatarios como Nicolás Maduro, de Venezuela, o Daniel Ortega, de Nicaragua, sino al deseo de <strong>darle a la visita de Estado del Rey una “individualidad” y un protagonismo propio que no hubiera tenido en el caso contrario. </strong> <strong> </strong> El propósito principal, según las fuentes, en darle toda la trascendencia posible a una visita de Estado con la que pretende poner normalizar las relaciones bilaterales y poner fin a una “anomalía” de la Corona en comparación con el resto de países de la comunidad iberoamericana. <strong>Juan Carlos I visitó La Habana en noviembre de 1999 para asistir a la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, pero la de Felipe VI va a ser la primera visita de Estado de un monarca español en la historia de Cuba. </strong>Hasta fechas muy recientes, las diversas fuentes diplomáticas consultadas habían dado a entender que la visita no iba a ser de Estado, aunque sí tendría carácter oficial. <h5><strong>Encuentros con Díaz-Canel y con la sociedad civil</strong></h5> Los Reyes llegarán a Cuba el 11 de noviembre por la noche, pero el recibimiento con honores y el resto de las actividades oficiales comenzará el 12 de noviembre, con la ofrenda floral ante el Memorial José Martí y con el posterior encuentro con <strong>Miguel Díaz-Canel</strong>. No se prevé ninguna reunión con otras personalidades políticas cubanas, incluido el ex presidente y actual líder del Partido Comunista, Raúl Castro. El <strong>ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell,</strong> quien ya estuvo de visita oficial a Cuba hace apenas dos semanas, es el único miembro del Gobierno que acompaña al monarca. La primera jornada de la visita de Estado se completará con dos actos culturales en el Gran Teatro de La Habana y con una cena oficial en la sede del Consejo de Estado, en la que no se pronunciarán discursos ni habrá ningún tipo de cobertura. Aparte, para ese mismo día está previsto <strong>un encuentro del Rey con organizaciones de la sociedad civil cubana en la Embajada de España</strong>, ya sea en la cancillería o en la residencia. Las citadas fuentes gubernamentales no precisaron si ese encuentro incluirá a disidentes del Régimen, pero sí señalaron que los grupos que participarán en ella no tienen ninguna relación con los aparatos del Estado y han pedido a la delegación española que no haga “excesiva publicidad” de esta reunión para no exponerles y para poder hablar con más libertad con el Rey. Las autoridades cubanas están perfectamente al corriente de este encuentro, que no tendrá ninguna cobertura de prensa. La segunda jornada comenzará con un recorrido por La Habana Vieja y con una recepción a la <strong>colectividad española</strong> en el Gran Teatro, en la que el Rey pronunciará algunas palabras. Cuba tiene la tercera colonia española más extensa del mundo, con 140.000, sólo por detrás de Argentina y Venezuela. Esta colonia podría acercarse a los 200.000 en aplicación de la llamada Ley de Nietos, aunque seguiría en tercera posición. Posteriormente, Felipe VI mantendrá un almuerzo con <strong>empresarios españoles</strong>. España es el tercer socio comercial de Cuba y el primer inversor y proveedor de la UE. Aparte, en la isla hay cerca de 250 empresas españolas, en su gran mayoría pymes, con una fortísima presencia en los sectores hotelero y turístico. Los encuentros con empresarios, según las citadas fuentes, se saldrán del formato habitual en estos casos, ya que se centrarán, sobre todo, en los que ya están instalados en Cuba y en los problemas a que se enfrentan a causa de la Ley Helms-Burton, tanto por los impagos del Gobierno cubano como por los procesos abiertos contra las compañías, como es el caso de Meliá, que se enfrenta a 16 demandas. Tras un par de actos culturales, la segunda jornada concluirá con una <strong>cena de retribución por parte de los Reyes en el Palacio de los Capitanes Generales</strong>, en la que el Rey pronunciará un discurso. En cambio, no está prevista ninguna intervención por parte de Díaz-Canel. El 14 de noviembre, tercera y última jornada de la visita, los Reyes visitarán <strong>Santiago de Cuba</strong>, donde se rendirá homenaje a los soldados y marinos españoles que participaron y murieron en las dos últimas batalles de la guerra contra Estados Unidos en 1898. Concretamente, en el Castillo del Morro habrá un homenaje al almirante Cervera y a los marinos españoles caídos y en la Loma de San Juan se recordará a los 500 españoles muertos en batalla. Tras estos actos, los Reyes emprenderán su regreso a España.