The Diplomat
El Gobierno español anunció ayer, de manera oficial, que denegará nuevas licencias de exportación de material de defensa a Turquía «susceptible de ser utilizado en la operación de Siria», tal y como habían adelantado los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Defensa, Margarita Robles. En un comunicado de Exteriores, se condena la ofensiva militar del Gobierno de Erdogán en el noreste del país y se denuncia que está teniendo «desastrosas consecuencias humanitarias» que «se añaden al profundo y largo sufrimiento del pueblo sirio».
Además, España lamenta que esta ofensiva aumenta el número «ya considerable» de refugiados y desplazados, «entorpece» la ayuda humanitaria y «pone en peligro la seguridad y la estabilidad en la región». El Gobierno español cree que el ataque de Turquía a los kurdos en suelo sirio «hace más difícil» la paz en Siria y, además, «da nueva vida» a la organización terrorista Daesh; todo ello poniendo en peligro «la unidad, la soberanía y la integridad territorial del Estado sirio».
El Ejecutivo recomienda a Turquía que aborde sus «legítimas preocupaciones de seguridad» a través de «medios políticos y diplómáticos», y nunca a través de acciones militares. Asimismo, recuerda que los militares españoles que participan en Turquía en una misión de la OTAN con una batería de misiles Patriot lo hacen con el objetivo de «contribuir a la paz y la estabilidad en la región».