Enrique Garrote Dominguez
No son pocos los propietarios de vehículos que esperan a que ocurra algún problema o avería para intentar solucionarlo. Y es que el mantenimiento del vehículo, especialmente aquel que tiene un coste, suele descuidarse, a pesar de que es la única forma de evitar accidentes y de incrementar la seguridad de los usuarios del vehículo en la carretera.
Son muchos los elementos que cualquier propietario debe revisar de forma más o menos frecuente para disfrutar de una conducción más segura. Algunos de estos elementos pueden ser comprensibles por el conductor, y en otras ocasiones será necesario acudir a un taller mecánico. En cualquier caso, lo que debe primar es conseguir la máxima seguridad.
¿Cuáles son los elementos más importantes para la seguridad?
Entre estos elementos que los conductores deben revisar en sus vehículos destacan por su importancia los que se muestran a continuación:
Neumáticos
Los neumáticos constituyen la unión entre la carretera y el vehículo y de su buen estado depende en buena medida la seguridad durante la conducción. Para comprobar el estado de los neumáticos podemos atender a parámetros como la presión de la goma, el desgaste de las ruedas o incluso la edad de las cubiertas. Si ya no están en buen estado llega el momento de buscar neumáticos baratos en Madrid en empresas como www.neumaticoskm0.com, un sitio web de venta de neumáticos baratos para todo tipo de marcas y modelos de vehículos.
Amortiguadores del vehículo
Uno de los elementos que también influyen de manera directa en la seguridad de la conducción son los amortiguadores. Lo habitual es revisarlos de manera paralela a los frenos, ya que ambos permiten mantener la estabilidad del vehículo y la seguridad ante situaciones donde es necesario frenar o amortiguar las irregularidades de la carretera. Es uno de los elementos que se suele descuidar hasta que dan problemas, ya que su desgaste no se percibe a simple vista. Para evitar que esto ocurra se recomienda revisar los amortiguadores cada 20.000 kilómetros.
Filtros
Los vehículos cuentan con diferentes filtros con funciones distintas pero igualmente importantes que deben ser revisados para mantenerlos en buen estado. El filtro del aceite es quizás el más conocido y el que con más frecuencia se revisa, pero también hay que revisar el filtro de combustible, que impide que lleguen impurezas al motor y se debe revisar cada 50.000 kilómetros.
El filtro del aire permite que llegue al motor aire sin impurezas para que la combustión se realice a la perfección: se debe cambiar cada 15.000 kilómetros. En último lugar hay que revisar el filtro antipolen, que normalmente hay que sustituirlo cada año en caso de ser alérgico.
Frenos del vehículo
Pensar en la seguridad en la conducción es pensar en un buen estado de los frenos del coche. Por ello es importante revisarlos con frecuencia, especialmente el líquido de frenos y las pastillas de frenos, especialmente las situadas en la zona delantera del vehículo porque acusan un mayor desgaste. Es una revisión que se recomienda que hagan especialistas en mecánica para asegurarnos de que todo esté bajo control.
Correa de distribución
Las correas de distribución son fundamentales para el buen desarrollo de la conducción y su mantenimiento y revisión se suele recomendar cada 80.000 kilómetros. Al revisar la correa de distribución hay que comprobar si trae consigo una bomba de agua, que también habrá que revisar o sustituir cuando se revise la correa de distribución. No revisar este elemento del vehículo puede salir muy caro, y es que si la correa o kit de distribución se llega a romper, el precio de comprar una nueva o de repararla puede ser muy importante para muchas familias.
Estos son solo algunos de los elementos que cualquier propietario de un vehículo debe revisar cada cierto tiempo para conseguir incrementar la seguridad durante la conducción. Pero también hay que tener en cuenta otros elementos como pueden ser el aceite o los catalizadores y sistemas de escape, fundamentales para el funcionamiento correcto de la combustión, el motor y la evacuación de gases.
Mantener un vehículo puede suponer a veces un coste que muchas familias o propietarios de vehículos quieren evitar a toda costa, pero los costes tanto económicos como en seguridad de los viajeros de no hacerlo pueden ser infinitamente superiores.