<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, aseguró ayer que los memorandos firmados con Gibraltar siguen siendo “válidos a todos los efectos” a pesar de los últimos acontecimientos políticos en Reino Unido, pero lamentó que la actual interinidad política que se vive en España haya impedido ratificar el acuerdo fiscal con el Peñón, lo cual es “indeseable e ineficiente económicamente”.</strong></h4> Durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo austríaco, <strong>Alexander Schallenberg</strong>, Borrell declaró ayer en Madrid que la salida "abrupta" del Reino Unido ya no parece tan segura como hace una semana después de las últimas decisiones del Parlamento británico, que no sólo aprobó una ley para impedir una salida sin acuerdo, sino que condicionó la convocatoria de elecciones anticipadas a la entrada en vigor de esta ley. “Según me ha explicado el embajador (del Reino Unido en España, Hugh Elliot, quien ayer coincidió con Borrell en la presentación de Cartas Credenciales al Rey), el Gobierno británico no va a obstaculizar la aprobación de la ley que impide el <em>Brexit </em>duro”, aseguró el ministro. “El Gobierno no está de acuerdo con la ley, pero no va a obstaculizar la aprobación, al contrario, desea que se apruebe cuanto antes, probablemente para que se celebren elecciones”, añadió. <strong>"De momento seguimos sabiendo lo que los británicos no quieren, y no quieren casi nada, pero lo que no sabemos es lo que quieren, y quizá la mejor manera de saber lo que quieren es convocar elecciones y preguntárselo"</strong>, afirmó Borrell. En todo caso, el ministro aseguró que, suceda lo que suceda el próximo 31 de octubre, los <strong>planes de contingencia </strong>aprobados por el Gobierno español de cara a un posible <em>Brexit</em> duro “siguen siendo válidos a todos los efectos”, al igual que los <strong>memorandos firmados con Gibraltar</strong>, que se acordaron “en el marco de las negociaciones del <em>Brexit</em>, pero son temas bilaterales que podrían haberse negociado en cualquier otro momento”. “No hay ninguna razón para pensar que estos acuerdos han perdido virtualidad y eficacia”, afirmó. Tienen "vida propia" y los británicos no han "dicho nada que permita ponerlo en duda", agregó. La única piedra en el zapato en este proceso, según Borrell, es el <strong>Tratado Fiscal con Gibraltar</strong>, que, al tratarse de un acuerdo internacional, cuenta con un procedimiento de aplicación propio que impide que sea ratificado por un Gobierno en funciones como el que actualmente tiene España. Esta situación, según el ministro, <strong>“es indeseable y es ineficiente económicamente”</strong>, lamentó. "Es malo para la economía, las relaciones entre España y Gibraltar y la equidad fiscal, pero no queda más remedio que esperar a que se aplique cuando se pueda aplicar", advirtió. Por su parte, <strong>Schallenberg</strong> declaró que lo importante en el <em>Brexit </em>es que todas las partes asuman su parte de responsabilidad, porque este asunto afecta a “la seguridad, a la economía y a muchos puestos de trabajo” y, por tanto, "no se puede tomar a la ligera”. Por ese motivo, el ministro austríaco destacó ¨la unidad de los otros 27 países miembros” en esta materia y aseguró que el tema de Gibraltar “está cerrado y no se va a volver a abrir”.