Juan David Latorre
La Embajada de la República Dominicana celebró el pasado lunes el 179 aniversario de la independencia de su República, en la que el embajador Juan Bolívar Díaz afirmó que “la revolución reivindicativa y constitucionalista de 1965 generó el inicio de la etapa de mayor estabilidad social y democrática, con un crecimiento que hoy nos acredita como la mayor economía del Caribe y Centroamérica y la octava de toda América Latina y El Caribe.”
Después de repasar los acontecimientos históricos pasados durante y después de la independencia hasta la actualidad y desde el recuerdo al libertador Juan Pablo Duarte, el embajador Juan Bolívar Díaz destacó “las constantes reivindicaciones de liberar la nación por legiones de patriotas que con su sudor y sangre han abonado el camino por donde transcurre hoy la República, hasta convertirse en una de las más estables y prósperas de la región.”
Refiriéndose al papel del actual Gobierno dominicano, el embajador dominicano resaltó la “lucha que lleva a cabo contra la corrupción y el narcotráfico, que tantos recursos han dilapidado durante nuestra historia, entronizando la transparencia, la rendición de cuentas y la independencia de los organismos de control.”
En cuanto al sector turístico de su país, Juan Bolívar Díaz destacó que desde el último trimestre del año 2021, “se superó la afluencia del año justamente anterior al Covid, registrándose también la recuperación del empleo a los niveles anteriores”; aunque también reconoció las “asignaturas pendientes en cuanto a la educación, las nuevas tecnologías, la calidad de los servicios sanitarios, la seguridad ciudadana, el empleo o la protección de la Madre Naturaleza”.
“La política exterior de nuestro gobierno, indicó el embajador, se fundamenta hoy en tres pilares fundamentales: la promoción y la defensa de la comunidad dominicana en el exterior, el incremento del comercio, el turismo y la inversión extranjera, y la defensa de los valores democráticos y los Derechos Humanos. En España estamos trabajando intensamente en el seno de la comunidad dominicana apoyando las acciones de la diáspora, promoviendo los emprendimientos de los jóvenes, las actividades artísticas y deportivas, con un programa de reivindicación de la cultura y la mística de la dominicanidad.”
“Los vínculos que nos atan a España son históricos, resaltó Juan Bolívar, de naturaleza cultural, reivindicando con orgullo el haber sido el primer asentamiento español y europeo en América y puente hacia el norte, centro y sur de nuestro inmenso continente.”
Refiriéndose a la comunidad dominicana residente en España (constituida por unas 65.000 personas al final del año pasado), el embajador comentó que “trabajan con empeño, buscando asegurar sus vidas y las de sus familiares. Toda la diáspora nacional ha contribuido a la estabilidad económica y a la reducción de la pobreza en el país regresando un volumen de divisas que supera incluso la que aporta la primera industria, que es la del turismo. En su inmensa mayoría, estos inmigrantes se han integrado en la sociedad española y agradecen la acogida que han recibido.”
“La inversión española directa en la República Dominicana es la segunda, después de la estadounidense, y ha sido fundamental en el desarrollo turístico, tanto que cerca del 80% de las habitaciones hoteleras son de capital español.” En cuanto a los estudiantes dominicanos que vienen a España a cursos sus estudios de posgrado, el embajador los cifró en 16.295 jóvenes entre 2005 y 2021, “becados por el Gobierno de la República, promediando más de mil por año. Y centenares más se han costeado sus estudios con recursos familiares en universidades españolas, de las que el Ministerio de Educación Superior dominicano tiene acuerdos con 33 de ellas e instituciones de educación superior.”
Por último, el embajador Juan Bolívar pidió “el cese de la guerra y la destrucción en Ucrania, con la consiguiente muerte de sus hijos. Y también, por qué no, para que no sigan muriendo jóvenes rusos, porque como dijo el poeta dominicano: ‘Aunque los cadáveres sean negros, amarillos o blancos, su sangre es roja y sube hasta Dios entre lágrimas’”.
Asistieron a la recepción los embajadores de Nicaragua, Venezuela, Brasil, Guatemala, Suiza, Ecuador, Corea, Andorra y Haití.