<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La primera sesión del debate de investidura dejó constancia de que tanto el presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mantienen grandes diferencias sobre su posible acuerdo de gobierno. Lo que sí está claro es que, para el jefe del Ejecutivo, si finalmente no sale adelante la investidura, la culpa será de las otras grandes formaciones nacionales.</strong></h4> <strong>"Queremos gobernar con ustedes, sacar adelante muchas políticas en beneficio de la ciudadanía y ésa es la mano que tienen tendida"</strong>, afirmó Sánchez, dirigiéndose expresamente a Iglesias, durante uno de sus turnos de réplica. En caso de que no un haya acuerdo en el reparto de los cargos, advirtió, hay "muchas otras opciones", como “un pacto de investidura o un acuerdo de legislatura”. Lo importante, añadió, es no frustrar las "esperanzas" de "muchos votantes de izquierdas". “¿Cuál es la solución si no hay una mayoría alternativa, porque no la hay? ¿Instalar el bloqueo y convocar las elecciones el próximo 10 de noviembre? <strong>Eso no será responsabilidad de un grupo o de otro, será responsabilidad de los 350 diputados que estamos aquí en la Cámara"</strong>, afirmó Sánchez, quien si algo dejó claro ayer es que no estaba dispuesto a desaprovechar la oportunidad de trasladar el problema de la gobernabilidad del país al resto de las principales formaciones de la Cámara, tanto a diestro como a siniestro. “No le pido que se abstenga gratis, le pido respetar el resultado electoral", reclamó Pedro Sánchez al <strong>presidente del PP, Pablo Casado</strong>. "Si el PP se abstiene, España el próximo viernes tendrá un Gobierno", prosiguió. "Usted me ha preguntado a qué he venido yo aquí, yo he venido a ganarme la confianza mayoritaria de la cámara, ¿usted a qué ha venido? ¿A bloquear España o a facilitar un Gobierno?", preguntó. En cuanto al <strong>líder de Ciudadanos, Albert Rivera</strong>, el presidente en funciones no dudó en tocar donde más duele y en recordarle el "intenso debate interno" que vive su partido desde hace algunas semanas, que ha convertido a Ciudadanos en “la gran evasión". “Cuando un líder empieza a quedarse solo en su torre de marfil, debería preguntarse por qué", afirmó Sánchez, quien pidió a Rivera que renuncie a su "cordón sanitario" al PSOE y “se abstenga por el bien de España”. Estos mensajes parecieron aumentar el desconcierto en las filas de Unidas Podemos, cuya dirección ha denunciado que, de momento, el PSOE se ha limitado a ofrecerle responsabilidades simbólicas y se ha negado a cederle ningún Ministerio relevante en política social. “Su propuesta revela algo evidente, que no querría hacer un Gobierno con nosotros y que si lo negocia es porque no le queda más remedio. Disimule un poco”, advirtió <strong>el líder de Podemos, Pablo Iglesias</strong>, en el hemiciclo. “No malogre, señor Sánchez, su patrimonio político, tenemos la oportunidad de hacer un Gobierno de izquierdas, desde el respeto al aliado, desde la proporcionalidad que los votos de cada uno nos tiene que dar, sin proponer al aliado que sea un mero decorado", advirtió Pablo Iglesias. "Solo le pedimos respeto y reciprocidad”, añadió el líder de Podemos, quien reveló que el presidente del Gobierno se ha negado a <strong>cederle ninguna competencia en los Ministerios de Hacienda, Trabajo, Igualdad, Ecología o Ciencia. </strong>Fuentes de Podemos informaron al final de debate de que, "si no cambia nada, no será un <em>sí</em>, y no es descartable el <em>no</em>".