<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró ayer que la relación militar con Estados Unidos es “magnifica”, a pesar de que el Pentágono mostró su decepción por la decisión del Gobierno español de retirar de manera definitiva la fragata <em>Méndez Núñez</em> del grupo de combate del portaaviones <em>USS Abraham Lincoln</em>, desplegado en el Golfo Pérsico.</strong></h4> Robles aseguró ante los periodistas no tener constancia de esa decepción y añadió que, precisamente el miércole,s la Armada norteamericana puso de relieve la magnífica colaboración que hay con España.<strong> El subsecretario de la Marina de Estados Unidos, Thomas Modly</strong>, estuvo esta semana en Madrid, donde se reunió con altos cargos de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa. Lo cierto es que ayer, la <strong>teniente coronel Carla Gleason, portavoz del Departamento de Estado</strong>, afirmó en relación con la decisión española: "Hemos disfrutado de una relación productiva y profesional con la <em>Méndez Núñez</em>, pero estamos decepcionados con la decisión de España de retirar permanentemente la fragata del grupo de combate del portaaviones <em>Abraham Lincoln</em>". El Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez había decidido a mediados de mayo que el barco abandonara el grupo de combate de manera “temporal y transitoria” cuando se produjo una escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán y desde entonces ha permanecido en la zona, atracando en distintos puertos. Ante la persistencia de la incertidumbre en el Golfo, el pasado día 16 optó finalmente por retirar definitivamente la fragata y continuar en solitario su marcha en la que dará la vuelta al mundo coincidiendo con el quinto centenario de la circunnavegación de Juan Sebastián Elcano y Fernando de Magallanes. En un principio, el acuerdo entre ambos Gobiernos suponía que el buque español acompañara, desde el pasado mes de abril, al portaaviones estadounidense en una travesía alrededor del mundo, lo que serviría para incrementar la interoperabilidad entre ambas Armadas y para conmemorar el citado quinto centenario. Sin embargo, Washington decidió alterar su misión inicial al ordenar a su flotilla adelantar su llegada al Golfo Pérsico para así mandar "un mensaje claro e inequívoco al régimen iraní", según explicó entonces el <strong>asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.</strong> Margarita Robles insistió ayer en que eso era una “actuación puramente del ejército americano en un marco determinado que no se había pactado con España”, y añadió que España sigue siendo fiel a su socio y a la OTAN, pero que “ninguna fragata, ni las Fuerzas Armadas van a ir a una posible operación bélica sin contar con el acuerdo del Congreso de los Diputados”. Este desencuentro se une a otros mantenidos entre Washington y Madrid en los últimos tiempos, el más reciente el anuncio de que una vez que se forme Gobierno se llevará al Parlamento la imposición de la llamada ‘tasa Google’, lo que ha provocado las amenazas de represalia por parte de la Administración Trump, que España considera inaceptables. Pese a todo, desde los dos Gobiernos se considera que la relación entre los dos países es lo suficientemente sólida como para que permanezca por encima de estas desavenencias, entre otras razones por los beneficios que tanto España como Estados Unidos obtienen de un buen entendimiento, como se ha podido ver en la utilización de la bases de Rota y Morón de la Frontera por las Fuerzas Armadas estadounidenses.