<h6><strong>Andreu Cornelles </strong></h6> <h4><strong>Tras 20 años de negociaciones, el 28 de junio se firmó el Acuerdo de Asociación Estratégica entre el Mercado Común del Sur y la Unión Europea. Se trata de uno de los mayores acuerdos comerciales firmados hasta la fecha, ya que engloba entre los dos bloques alrededor de 800 millones de personas y casi el 25% del PIB mundial.</strong></h4> Todavía a la espera de que todos los Estados parte ratifiquen el acuerdo, está previsto que afecte al 90% de las exportaciones entre ambos bloques y alcance un volumen de <strong>comercio bilateral de más de 100.000 millones</strong> de dólares, según el<a href="https://ideas.llorenteycuenca.com/2019/07/implicaciones-del-acuerdo-mercosur-union-europea/" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong> informe</strong> <strong>elaborado por Llorente y Cuenca</strong></a>. En este sentido, el informe señala que “el acuerdo se configura como una <strong>lección diplomática</strong> de los dos bloques comerciales frente a las actitudes proteccionistas de otros operadores económicos mundiales”. En este contexto, <strong>Argentina</strong> se constituye como uno de los dos principales actores de Mercosur. Y, con esta alianza, pasará de tener acuerdos comerciales con países que representan un 9% del PIB mundial a hacerlo con el 30%. Los productos agrícolas, que representan el 63% de las exportaciones hacia la UE, serán los más beneficiados por el acuerdo. Pero, tal como indica el informe de Llorente y Cuenca, será necesario que el país “inicie una serie de <strong>reformas estructurales</strong>” y “dé un salto en competitividad” para aprovechar los potenciales beneficios del acuerdo. Asimismo, <strong>Brasil</strong> es el otro actor principal de Mercosur que espera beneficiarse del acuerdo con la creación de <strong>700.000 empleos </strong>y un aumento<strong> de 100.000 millones de dólares</strong> en el PIB durante la próxima década. Al sector agrícola brasileño se le suma el sector industrial como los más favorecidos por el acuerdo entre los dos bloques. Y, además, se espera que la simplificación de las operaciones comerciales y el acceso a nuevas tecnologías proporcionen un salto de calidad a la economía brasileña. Por su parte, la <strong>UE</strong> espera favorecer a sus empresas con un ahorro de más de 4.000 millones de euros en derechos de aduanas de acceso a Mercosur. Sin embargo, el acuerdo ha provocado ciertas <strong>reticencias en Francia e Irlanda</strong>, que prefieren estudiar el acuerdo antes de ratificarlo “para tener el convencimiento de que no afectará negativamente a su agricultura”, según señalan desde Llorente y Cuenca. En contraposición, Alemania y España se sitúan como los grandes beneficiaros del acuerdo debido al peso del sector automovilístico en sus economías. A la espera de la <strong>ratificación final</strong> en un plazo de dos años por todos los Estados parte, la búsqueda del equilibrio entre la fortaleza del sector industrial europeo y el sector agrícola de Mercosur se vislumbra como el gran reto del acuerdo. Aunque también, tal como apunta el dossier de Llorente y Cuenca, la <strong>eliminación de barreras no arancelarias</strong> por parte de la UE (controles fitosanitarios en su mayoría), será un elemento clave para no dificultar las importaciones agrícolas y ganaderas europeas.