The Diplomat
La secretaria de Estado de la España Global, Irene Lozano, acudió ayer al municipio francés de Collonges-sous-Salève para recibir la mesa en la que Manuel Azaña firmó, desde el exilio, su renuncia en 1939 como presidente de la República.
La entrega de este obsequio corrió a cargo del ciudadano francés Luc Franzoni, nieto de Marcel Griaule, quien alquiló su vivienda a Azaña hace ahora 80 años en la Alta Saboya, al pie de los Alpes. La mesa se trasladará al Consulado de España en Lyon, donde aguardará hasta su viaje a final a España, lo cual se producirá este mismo año en el marco de los actos de conmemoración del 80 Aniversario del Exilio Republicano
“Quiero darte las gracias de corazón, en nombre del Gobierno y de la sociedad española, a ti y a todos los miembros de vuestra familia, por velar y respetar durante tanto tiempo un objeto de mobiliario que es parte esencial de la memoria democrática de España. No es solo una mesa, es un objeto clave para nuestra historia”, declaró Lozano. “El último acto político de la República tuvo lugar aquí, en Collongues-sous-Salève”, prosiguió. “La democracia plena y viva que hoy tenemos es la que aquellos republicanos, Manuel Azaña incluido, hubieran querido”, añadió.