<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, los dos referentes actuales de las familias socialdemócrata y liberal en el seno del Parlamento Europeo, lanzaron ayer, con una cena en el Palacio del Elíseo, la ofensiva para evitar que el Partido Popular Europeo (PPE), a pesar de ser la fuerza mayoritaria en la Eurocámara, mantenga la Presidencia de la Comisión Europea.</strong></h4> El jefe del Ejecutivo español, a quien los líderes de socialistas europeos encomendaron en su último encuentro que encabezara la negociación para el reparto de altos cargos en la instituciones, se siente reforzado al ser el PSOE el partido que más aporta al Grupo Socialista del Parlamento Europeo. El presidente francés, por su parte, lidera con su formación el grupo de los liberales de ALDE. La conjunción de socialistas y liberales puede terminar con quince años en los que al frente de la Comisión Europea ha estado siempre un conservador. El juego de pactos y de equilibrios con los otros cargos que han de ser renovados -Presidencia del Consejo Europeo, del Banco Central y del Parlamento, así como el Alto Representante de la UE para la Política Exterior- determinaría si el futuro presidente del órgano ejecutivo de la Unión sería el socialista holandés <strong>Frans Timmermas</strong> o la candidata de los liberales, la danesa <strong>Margrethe Vestager</strong>, que tiene a su favor el hecho de que nunca hasta ahora una mujer ha presidido la Comisión Europea. <strong>Ayer, Macron y Sánchez, acompañados</strong> sólo por sus colaboradores más directos en asuntos europeos <strong>Clement Baune y José Manuel Albares</strong>, respectivamente, hablaron de ese reparto institucional, según reconocieron fuentes de Moncloa, que no dieron datos más concretos, pero que si dejaron ver que los dos gobernantes están de acuerdo en lograr, en el seno de la UE, una <strong>alianza de fuerzas europeístas</strong> que frene el avance de los partidos de la ultraderecha. Hoy, ambos van a mantener un almuerzo en Bruselas con los primeros ministros liberales de Bélgica y Holanda, <strong>Charles Michel y Mark Rutte</strong> y con el primer ministro portugués, el socialista <strong>Antonio Costa</strong>, en vísperas de que, por la noche tenga lugar la cena informal de jefes de Estado y de Gobierno en la que se abrirá el debate del reparto de altos cargos.