<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, se reunió ayer en Madrid con el Gobierno español, al que planteó la posibilidad de que España acoja a dirigentes chavistas huidos del régimen y pidió que las empresas españolas acaten las sanciones contra Nicolás Maduro. Por su parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez reiteró el rechazo español a cualquier acción armada en Venezuela.</strong></h4> El enviado especial del presidente Donald Trump, quien llegó procedente de Lisboa, se reunió ayer con el asesor internacional de Pedro Sánchez, <strong>José Manuel Albares</strong>, y con el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica y el Caribe, <strong>Juan Pablo de Laiglesia. </strong> Según informó el Gobierno en una nota de prensa, durante estos encuentros ambas partes constataron “su preocupación por el deterioro de la situación en Venezuela y la urgencia de hacerle frente, así como la necesidad de una salida democrática a la gravísima crisis que sufre el país”. Asimismo, España transmitió <strong>“que la crisis que afecta a Venezuela requiere una solución política, pacífica y democrática que excluya categóricamente el uso de la fuerza” </strong>e informó de los resultados de la última reunión del Grupo Internacional de Contacto. Horas antes, el <strong>ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell</strong>, anunció durante una entrevista a Telecinco que el Gobierno tenía la intención de trasladar a Elliot Abrams que las intervenciones militares "no solucionan las cosas", que la llegada de 200 militares a rusos a Caracas no significa que Venezuela se encuentre "bajo control militar ruso" y que la influencia que ejerce Cuba en el régimen de Maduro, “no de ahora, sino de toda la vida", no justifica por sí misma una intervención militar. <h5><strong>Desertores chavistas y empresas españolas</strong></h5> Aparte, según había asegurado el propio Abrams en una rueda de prensa, uno de los objetivos de estos encuentros en Madrid era <strong>“anticipar” la posibilidad de que España acogiese a los dirigentes del régimen Venezolano que decidan abandonar a Maduro </strong>a fin de facilitar una "transición" pilotada por el presidente encargado y líder opositor Juan Guaidó. Según explicó Abrams, el pasado mes de marzo hubo “algunas conversaciones con España” y con “otro par de lugares” sobre la posibilidad de acoger a los desertores. Concretamente, la cuestión había sido planteada personalmente a Borrell por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y por el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. El ministro se limitó a asegurar que estudiaría la propuesta. Al respecto, Borrell advirtió ayer, en la misma entrevista con Telecinco, de que <strong>España “no es un santuario” </strong>y no puede dar<strong> “ninguna garantía de inmunidad” </strong>a los desertores chavitas en el caso de que algún ciudadano decidiese denunciarlos ante cualquier tribunal o de que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya actuase contra ellos. “Hay países donde a lo mejor se puede hacer eso, aquí no", añadió. Por otra parte, según medios venezolanos, otro de los objetivos de Abrams es convencer a España para que <strong>las 94 empresas españolas que todavía operan en el país sudamericano acaten las sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra Maduro</strong>. El tema ya fue planteado el pasado 1 de abril por Pompeo a Borrell en Washington.