<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE llegó ayer a dos conclusiones sobre Venezuela: por una parte, es necesario seguir presionando políticamente a Nicolás Maduro para que celebre unas elecciones presidenciales que se presumen “muy lejanas” y, por otra, aunque no se descartan sanciones contra el régimen, todavía no ha llegado el momento de imponerlas. A estas conclusiones, Josep Borrell añadió la suya propia: la UE es “demasiado lenta”. </strong></h4> "Vamos a intensificar el trabajo por la vía política, preparando el terreno para que se celebren elecciones de forma libre y transparente lo antes posible", declaró <strong>la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini</strong>, en la rueda de prensa posterior al Consejo. “Es un objetivo aún lejano teniendo en cuenta que Nicolás Maduro no está dispuesto a comprometerse”, prosiguió. “Queremos definir una hoja de ruta para llevar al país a una transición democrática", añadió Mogherini, quien no se pronunció sobre qué va a ocurrir con el <strong>Grupo de Contacto Internacional </strong>cuando expire, dentro de un mes, el mandato de 90 días impuesto por la UE: “No tiene fecha de caducidad" , explicó. “A mediados de mayo se revisarán los resultados”, añadió. La jefa dela diplomacia europea tampoco fue muy concluyente sobre la posible imposición de <strong>sanciones </strong>europeas a Maduro. "Esa posibilidad no está excluida”, pero de momento “no hay sanciones y no estamos considerando imponerlas”, manifestó. Al respecto, <strong>el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell</strong>, declaró a la salida del Consejo que la propia Mogherini había dejado bien claro que “la UE no tiene como objetivo ahogar a un país, sino sancionar a sus responsables políticos”. “<strong>Puede que haya más sanciones, se está estudiando la lista de posibles personas afectadas, pero en todo caso serían sanciones contra personas</strong>", prosiguió. En todo caso, el ministro advirtió antes del encuentro que la imposición de sanciones “dependerá de cuál sea el comportamiento del régimen" y, “por supuesto”, de que se respete la integridad del presidente de la Asamblea Nacional venezolana y presidente encargado del país, Juan Guaidó. En cuanto al Grupo de Contacto, Borrell no ocultó cierta decepción con su trabajo:<strong> “Sigue su ritmo, pero un ritmo, en mi opinión, demasiado lento. Está claro que Europa no tiene un sentimiento de urgencia y la urgencia existe, cada vez es más urgente. </strong>Los plazos que se fija la Unión Europea son excesivamente lentos para la urgencia y la gravedad de la situación", advirtió.