<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Fundación Alternativas presentó ayer su <a href="https://www.fundacionalternativas.org/laboratorio/libros-e-informes/informes/informe-sobre-la-democracia-en-espana-2018" target="_blank" rel="noopener">Informe sobre la Democracia en 2018,</a> en el que, entre otras cosas, señala que una mayoría de los expertos consultados para su elaboración son partidarios de una reforma en profundidad de la Constitución que permita convocar referéndum para decidir sobre la forma de Estado y, en las comunidades históricas, sobre una posible independencia.</strong></h4> El informe de <em>Alternativas</em>, una fundación próxima al PSOE -presidida por Pere Portbalella, con Diego López Garrido como vicepresidente- y que cuenta en su patronato con Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba, Javier Solana o Nicolás Sartorius, entre otros destacados socialistas, es elaborado anualmente desde 2007, tras consultar a un elevado número de expertos de distintos ámbitos de la vida española. En esta ocasión, el informe, dirigido por Alberto Penadés, indica en sus conclusiones que, de las consultas realizadas a 270 expertos, se desprende que la calidad de la democracia española obtiene “un aprobado bajo”, siguiendo la tónica de descenso experimentada en los últimos años. Como principales debilidades, se citan la baja independencia tanto del poder político como de los partidos políticos, las indeseadas interferencias internacionales y la existencia de corrupción. Por el contrario, como elementos positivos, se señalan la celebración de las elecciones, seguida por el respeto a las libertades religiosa, de partidos políticos y sindicatos –de asociación, en general–, el derecho a vivir y a la lengua, el ajuste a la legalidad de los funcionarios y el cumplimiento de obligaciones europeas. Un 95 por ciento de los encuestados indica que ve necesaria una reforma en profundidad de la Constitución española, tras lo cual aparecen dos conclusiones llamativas. La primera es que que un 59% están de acuerdo con que <strong>se debería plantear un referéndum para decidir sobre la forma del Estado</strong>. La segunda es que cerca de un 41% sostienen que <strong>debería poderse celebrar un referéndum en las comunidades históricas</strong> (Cataluña, Euskadi y Galicia) para que sus ciudadanos ejerzan el<strong> derecho de autodeterminación</strong> para decidir sobre su posible independencia. El informe analiza también la situación en Cataluña y apuesta por la vía del diálogo entre el Gobierno central y el catalán para para tratar de resolver el problema político, aunque reconoce la debilidad de ambas partes para llevarlo a cabo. En cualquier caso, subraya que “si bien nadie tiene que renunciar a sus objetivos políticos, todos deben ser igualmente conscientes de que no pueden imponerlos a los demás por encima del diálogo y de la legalidad democrática”.