<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España considera que el futuro de Kosovo pasa por un entendimiento de ese territorio con Serbia y cree que los kosovares no han sido presionados suficientemente para que alcancen un acuerdo con Belgrado. </strong></h4> <h4></h4> El comentario fue hecho por Guillermo Corral, subdirector general del Ministerio de Asuntos Exteriores para la zona de los Balcanes, durante un encuentro celebrado ayer en la Escuela Diplomática. La sesión, organizada conjuntamente por la Escuela Diplomática y Casa Mediterráneo sobre el tema “La Europa olvidada: los Balcanes 25 años después”, contó también con la participación del general jefe del Mando de Operaciones Especiales, <strong>Demetrio Muñoz</strong>; y de <strong>Iván Esquiva</strong>, que formó parte de la misión de la OSCE en Kosovo y Serbia. Respondiendo a preguntas de la periodista <strong>Sonia Marco</strong>, Muñoz recordó la participación de las Fuerzas Armadas en las misiones desarrolladas en la región, y la buena imagen dejada en los lugares en que trabajaron, como refleja, por ejemplo, que en Mostar haya una Plaza de España o que el corredor humanitario que abrieron a lo largo del Rio Neretva sea conocido hoy como “la ruta de los españoles”. Por su parte, Ivan Esquiva explicó los distintos pilares que tuvo la misión de Naciones Unidas en los Balcanes y dijo ser pesimista sobre el balance en Bosnia y, especialmente, en relación con Kosovo, recordando que ningún otro territorio ha recibido mayor ayuda per capita que ese y su evolución no ha sido la esperada. Guillermo Corral indicó que Europa es la salida natural de los Balcanes, pero opinó que “es un error pensar que la ampliación de la UE es un instrumento para solucionar conflictos”, porque antes -señaló- “hay que lograr la estabilización”. Se refirió al distinto comportamiento de los países balcánicos, con Eslovenia y Croacia como modelos de éxito, ya integrados en la UE; con Serbia y Montenegro mostrando algunos signos positivos; con Macedonia y Albania a la espera de comenzar las negociaciones para ser candidatos a la adhesión; con Bosnia, que ni siquiera apunta a la candidatura; y con el caso especial de Kosovo. Sobre Kosovo, indicó que España cree que no se equivocó al no reconocer la declaración de independencia en 2008, y no sólo por temor al contagio a movimientos secesionistas en nuestro país, sino porque considera que no es un buen precedente para la Unión Europea. Insistió en que Kosovo no ha tomado decisiones que vayan en favor de un entendimiento con Serbia, como han sido la imposición de aranceles a los productos serbios o la conversión de sus fuerzas policiales en un Ejército. <strong>La embajadora de Serbia, Katarina Lalic</strong>, presente en el acto, tomó la palabra para exponer la visión de su país sobre la cuestión de Kosovo -recordando que Naciones Unidas indica que es un territorio que forma parte de Serbia- y también sobre las negociaciones con la Unión Europea, que ya tiene abiertos 16 capítulos, por lo que se mostró optimista y esperanzada en que el ingreso de su país pueda ser una realidad en 2025.