<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, admitió ayer que el Gobierno debería hacer “mayores esfuerzos económicos, organizativos y humanos” para que España pueda contar con una representación diplomática y consular “más acorde con su posición en el mundo”.</strong></h4> “España es un gran país, pero la opinión pública internacional muestra cierta resistencia a reconocer sus méritos”, lamentó el ministro durante un desayuno informativo organizado en el Hotel Palace de Madrid por la <strong>American Chamber of Commerce (AmChamSpain)</strong>, un grupo de <em>lobby</em> privado que representa a empresas españolas con intereses en Estados Unidos y a compañías estadounidenses asentadas en España. Según Borrell, España ofrece a los inversores internacionales una economía “mucho más internacionalizada” que antes de la crisis de 2008, un clima de seguridad jurídica y una estabilidad política cuyo único “talón de Aquiles” es “el conflicto territorial de Cataluña”. <strong>“Si no fuera por el conflicto territorial, España sería un caso extraordinario de éxito y estabilidad política”</strong>, declaró Borrell, quien fue presentado en el acto por el <strong>presidente de AmChamSpain, Jaime Malet.</strong> Por ello, advirtió, “si alguna vez volvemos a hablar con los independentistas catalanes, habrá que poner sobre la mesa las reivindicaciones del Estado, ya que hasta ahora sólo se han oído reivindicaciones de los independentistas, y esas reivindicaciones son el respeto a la integridad estatal, la lealtad y la neutralidad institucional, que el castellano no sea una lengua postergada y <strong>que cese la campaña de desprestigio internacional de la Generalitat contra España en el extranjero</strong>”. <h5><strong>Representación diplomática y consular</strong></h5> A juicio del ministro de Asuntos Exteriores, la imagen de España ante los Gobiernos “es muy buena” pero entre la opinión pública internacional hay “para todos los gustos”. Por ello, declaró, es necesario reforzar la respuesta diplomática y consular a fin de “explicar mejor qué es España y las ventajas competitivas de España como destino de inversiones”. <strong>“España deberá hacer mayores esfuerzos económicos, organizativos y humanos para tener una representación diplomática y consular más acorde con nuestro posicionamiento económico y político en el mundo”</strong>, advirtió Borrell. “Estamos muy lejos de tener la representación diplomática y consular que corresponde a un país con nuestro PIB, con nuestra capacidad económica en el mundo y con la segunda lengua más hablada del mundo. <strong>No estamos a la altura que debemos tener</strong>”, lamentó. “Si comparamos el Ministerio de Asunto Exteriores con las capacidades y las dimensiones de Ministerios de Asuntos Exteriores de otros países, nos entra cierto complejo de inferioridad”, reconoció Borrell, para quien la maquinaria exterior del Estado “se ha quedado atrás” a causa de <strong>“la purga de la austeridad, que también ha afectado al servicio exterior, el gran pagano de los ajustes”.</strong>