The Diplomat
La primera reunión del Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela concluyó ayer en Montevideo con una declaración conjunta final en la que los países integrantes se comprometen a contactar con “los actores venezolanos relevantes y con los socios regionales e internacionales” a fin de “establecer las garantías necesarias para un proceso electoral creíble”. Asimismo, el GCI enviará una misión técnica a Venezuela y volverá a reunirse a nivel ministerial a principios de marzo.
La primera reunión, copresidida por la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, congregó a los representantes de los Gobiernos de cinco países americanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay) y ocho países europeos (Alemania, España, Francia, Países Bajos, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia), además de la propia UE.
A diferencia del Grupo de Lima, cuyos integrantes reconocen unánimemente a Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, el Grupo de Contacto reúne tres posturas diferentes: los partidarios de reconocer al todavía presidente Nicolás Maduro (Bolivia), los que ya han reconocido a Guaidó (entre ellos España y casi todos los países europeos) y los “neutrales”, como Uruguay o México (que participó en la reunión pero todavía no es miembro formal del GCI).
Por parte de España asistió al encuentro el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien antes de la reunión declaró a los medios que el objetivo del GCI y del Gobierno de Pedro Sánchez es «impulsar y ayudar a que se celebre unas elecciones presidenciales» en Venezuela. Asimismo, estimó que el Grupo de Contacto y el Mecanismo de Montevideo, anunciado este pasado miércoles por México y Uruguay para facilitar el diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, son dos propuestas «complementarias».
En la declaración final aprobada ayer, el GCI se compromete, “a través de los copresidentes de la reunión”, a establecer “los contactos necesarios con los actores venezolanos relevantes y con los socios regionales e internacionales con el objetivo de establecer las garantías necesarias para un proceso electoral creíble, en el menor plazo de tiempo posible, y para permitir la llegada urgente de ayuda humanitaria de conformidad con los principios humanitarios internacionales”.
Para implementar estos dos objetivos, el GCI enviará una misión técnica al país. Aparte, el Grupo de Contacto “volverá a reunirse a nivel ministerial a principios de marzo para hacer un balance de los avances”.
El objetivo del GCI, señala la declaración, es buscar una “solución pacífica, política, democrática y venezolana a la crisis, que excluya el uso de la fuerza, a través de unas elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles y de acuerdo con la Constitución venezolana”. Para ello, “es crucial restaurar la democracia plena en todas sus dimensiones” y respetar “las libertades y los derechos humanos fundamentales de todos los venezolanos”. Aparte, el GCI deplora “las muertes y heridas causadas por el uso excesivo de la fuerza” y se compromete a coordinar el envío de la ayuda humanitaria con “el representante especial conjunto de ACNUR/OIM, Eduardo Stein”.
Una vez concluida esta primera reunión ministerial, empieza la cuenta atrás de 90 días –hasta principios de mayo- para la celebración de las elecciones presidenciales. En caso de que no haya avances en estos tres meses, el GCI se disolverá. El objetivo de este plazo límite de tres meses es evitar que el Grupo de Contacto se convierta en un balón de oxígeno para Nicolás Maduro.
Guaidó se reúne con los embajadores europeos, incluido el español
Al respecto, el expresidente del Gobierno Felipe González declaró ayer que para el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, no va a poder convocar las elecciones en el plazo de 90 días porque no hay censo, ni Consejo Nacional Electoral, y hay que «cambiar el Tribunal Supremo de Justicia y la Corte Constitucional». Asimismo, declaró que la UE puede ayudar a la transición en Venezuela «con una política de sanciones en serio», empezando por congelar los activos venezolanos.
Por su parte, Guaidó se reunió ayer con los embajadores de varios países europeos, a los que explicó su “ruta para lograr el cese de la usurpación, la ayuda humanitaria y los canales para que llegue a los más necesitados”. Los embajadores le reiteraron “su apoyo” para lograr unas “elecciones libres, justas y transparentes”, según explicó Guaidó en su cuenta de Twitter. Aunque no precisó quiénes son los embajadores con los que se reunió, en la foto que publica se aprecia la presencia del representante español, Jesús Silva, quien ya participó a finales de enero en un encuentro con Nicolás Maduro.