<h6><strong>Ángel Collado</strong></h6> <h4><strong>La crisis interna del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez por la ley del “sólo sí es sí” se enquista sin riesgo de ruptura (nadie dejará ningún cargo), pero paraliza en el gabinete hasta los cambios pendientes.</strong></h4> Las ministras del sector socialista del Ejecutivo <strong>Reyes Maroto,</strong> titular de Industria, y <strong>Carolina Darias,</strong> de Sanidad, <strong>esperan ser relevadas para concurrir a tiempo completo como candidatas</strong> del PSOE en las elecciones municipales de mayo en calidad de aspirantes <strong>a las alcaldías de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria respectivamente. </strong> Elegidas y destinadas por Sánchez a sus nuevos destinos en noviembre pasado, confirmadas esas decisiones por el PSOE en diciembre, <strong>Maroto y Darias hacen ya campaña desde sus respetivos ministerios, en el Consejo de Ministros y en los actos de partido</strong> durante los fines de semana. Aprovechan su condición, medios y proyección pública como titulares del Ejecutivo en su carrera por las alcaldías sin que su jefe haya querido o podido encontrar hueco para nombrar a sus sustitutos o sustitutas. El presidente del Gobierno es ajeno a las <strong>críticas de la oposición que le denuncian por dar ventaja a sus candidatas municipales</strong> y limitar la dedicación plena que se le supone a los miembros del Ejecutivo. En Madrid encabezó en persona el acto de partido de lanzamiento de la precampaña de Maroto para empezar este mes, el pasado día 4, sin que antes ni después del mismo haya procedido a retocar la composición del gabinete. El mitin tuvo discurso de despedida y respaldo a cargo de Sánchez. Además del habitual “te vamos a echar mucho de menos”, el dirigente socialista recalcó que su todavía ministra tiene todo su apoyo para culminar la tarea encomendada: desalojar del Ayuntamiento de la capital de España al actual alcalde del PP, José Luis Martínez-Almeida. <strong>La alcaldía de Madrid es el principal objetivo del PSOE en las elecciones municipales</strong> del 28 de mayo. A diferencia de la Comunidad, donde las encuestas dan por ganadora segura a Isabel Díaz Ayuso, en el Ayuntamiento los socialistas c<strong>onsideran que tienen margen para encabezar después de los comicios una mayoría de izquierdas</strong> como la que dio la alcaldía a Manuela Carmena en 2015, pero esta vez con su candidata por delante. <strong>La ministra de Industria debutó en precampaña con un discurso improvisado en el que demostró poco conocimiento de la administración que aspira a gobernar.</strong> Entre mítines y entrevistas cuenta por patinazos sus intervenciones: habla de 25 distritos de Madrid cuando en realidad hay 21, promete rebajas en un bono bus que despareció en los años noventa o proyectos de inversión que ya existen. El PP sacó partido a las palabras de Maroto para recordar que concurre obligada a la carrera electoral y necesita tiempo para ponerse al día mientras en el PSOE daban por inminente su salida del Gobierno junto con la de Darias. Parecía cuestión de días, pero <strong>la crisis abierta en la coalición de Sánchez por la penúltima pelea entre socialistas y podemitas a cuenta de la ley del “solo sí es sí” retrasa también el calendario preelectoral general de los socialistas.</strong> Una semana después del lanzamiento oficial de Maroto en Madrid, Podemos, con la ministra de Igualdad Irene Montero al frente, sigue sin aceptar la corrección que el grupo socialista ha presentado a su ley estrella de la que se han beneficiado ya más de 500 agresores sexuales. El único y fundamental punto de acuerdo de ambas partes consiste en <strong>repetir que la coalición no está en peligro</strong>. No habrá destituciones ni dimisiones por un disparate jurídico impulsado en su día por todo el Gobierno y aprobado en el Congreso en agosto pasado por la amplísima mayoría que compusieron para la ocasión toda la izquierda más el grupo de Ciudadanos. <strong>Sánchez intenta ahora acotar las consecuencias de la guerra interna en su Gobierno</strong> y desplazarla al trámite parlamentario de la contrarreforma por la vía de urgencia. El 8 de marzo es la gran fiesta del feminismo y puede ser otra fecha que reactive la competencia entre la izquierda por la causa. <strong>Al presidente del Gobierno le ha pillado el toro para hacer la remodelación ministerial</strong> con la vista puesta en el 28 de mayo y ahora tiene que buscar un paréntesis de tregua en su coalición con el fin de recuperar la iniciativa con una renovación que solo puede hacer en la parte de su competencia real: el sector socialista del gabinete.