<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España y Paraguay colaborarán en la lucha contra las actividades criminales más extendidas en este país sudamericano a causa de su posición geográfica, como el narcotráfico, el contrabando o el comercio ilícito de armas.</strong></h4> A finales de noviembre entró en vigor el <strong>Convenio entre España y Paraguay sobre cooperación en materia de seguridad ciudadana</strong>, firmado en Madrid en 2015 y publicado la semana pasada por el <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2019/01/04/pdfs/BOE-A-2019-119.pdf"><strong>BOE</strong></a>. El convenio se ajusta a la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada y Transnacional, del 15 de noviembre de 2000, y al Convenio General Básico de Cooperación Científica, Técnica y Cultural entre Paraguay y España, firmado en Asunción el 7 de febrero de 1990. El texto especifica con gran amplitud los delitos a los que se extenderá la cooperación entre los dos países, detalla el contenido de la colaboración y determina los órganos competentes para su aplicación práctica y el procedimiento de intercambio de información, entre otros aspectos. Concretamente, el convenio establece que los dos países colaborarán en la prevención y la lucha contra el <strong>terrorismo</strong>, los delitos contra la vida e integridad de las personas, la ciberdelincuencia, <strong>el narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y el comercio ilegal de armas</strong> y mercancías de doble uso. Asimismo, España y Paraguay combatirán conjuntamente los delitos contra la libertad de las personas (como el secuestro o la toma de rehenes), la extorsión, la falsedad documental, l blanqueo de capitales, los delitos económicos y fiscales, la falsificación de moneda y otros medios de pago, la sustracción de vehículos, el tráfico ilícito de bienes culturales, los delitos contra el medio ambiente, los crímenes contra la libertad sexual, la violencia de género y los delitos graves contra la propiedad. Paraguay es el mayor productor de marihuana de Sudamérica y el principal centro de contrabando de tabaco de todo el hemisferio occidental. Estas dos actividades del crimen organizado se benefician, entre otros factores, <strong>de los altos niveles de corrupción y de la</strong> <strong>posición del país como paso obligado entre los dos principales consumidores de droga de Suramérica, Brasil y Argentina, y como frontera de uno de los principales centros productores de cocaína de la región, Bolivia</strong>. Aparte, Paraguay es una ruta importante del tráfico de armas de fuego. Al igual que el resto de América Latina, Paraguay se beneficia del <strong>Programa de Asistencia Contra el Crimen Transnacional Organizado (PAcCTO)</strong>, en el que colaboran los Ministerios españoles de Justicia e Interior y gestionado, en buena medida, por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), entidad estatal integrante de la Cooperación Española.