Alberto Rubio
La embajada de Uzbekistán reunió el martes a un grupo de expertos en Asia central para analizar los avances experimentados por este país en los dos últimos años, desde que el presidente Shavkat Mirziyoyev fue elegido en diciembre de 2016.
Durante el encuentro se destacó la importancia del Fondo Fiduciario para la Seguridad Humana en el Mar de Aral, creado a instancia de Uzbekistán y respaldado por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es “resaltar los principales riesgos que amenazan a la población más vulnerable” y aunar esfuerzos para recuperar el que fue uno de los mares interiores más grandes del mundo.
Los expertos valoraron muy positivamente el impulso de Uzbekistán a la Resolución Especial sobre Concienciación y Tolerancia Religiosa, adoptada por la Asamblea General de la ONU el pasado 12 de diciembre. El gobierno del presidente Shavkat Mirziyoyev enfatiza así su apuesta por “la integración, el respeto mutuo, la protección de los derechos humanos, la tolerancia y el entendimiento para fortalecer la seguridad y la paz en el mundo”, como destacó el embajador uzbeko, Jakhongir Ganiev.
La resolución mencionada llega pocos meses después de que la Asamblea General adoptase otra, sobre ‘Fortalecimiento de la Cooperación Regional e Internacional’, que confirma la diplomacia activa que Uzbekistán está llevando a cabo en Asia Central, según coincidieron en señalar varios especialistas.
En el encuentro, en el que participaron entre otros los profesores Jesús Gil Fuensanta (Universidad Autónoma de Madrid), Antonio Alonso y Ricardo Ruiz de la Serna (CEU San Pablo); el presidente de Paneuropa Juventud, Carlos Uriarte; y Fernando Moragón, del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia, se constataron los notables avances que está experimentando Uzbekistán en los ámbitos de políticas sociales (apoyo a discapacitados), educativas (apertura de universidades extranjeras), sanitarias (nuevos centros privados) y económicas (reducción de impuestos e incentivos a la inversión extranjera).
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