Violeta Agrici
Embajadora de Moldavia
El 22 de junio de este año, la Asamblea General de la ONU adoptó la Resolución que insta a la Federación Rusa a retirar sin demora sus tropas y armamentos del territorio de la República de Moldavia. Fue un momento importante para la República de Moldavia y su diplomacia, ya que la postura actualizada de la comunidad internacional a nivel de las Naciones Unidas fue extremadamente importante y oportuna. Para comprender mejor el significado y la justificación de la Resolución, sería útil recordar los momentos decisivos que preceden a su adopción.
Al presentar el texto del proyecto de Resolución a la Asamblea General, el ministro de Relaciones Exteriores e Integración Europea de la República de Moldavia, Tudor Ulianovschi, dejó muy claro que el Grupo de Operaciones de las Fuerzas Rusas estaba estacionado en el territorio de la República de Moldavia sin el consentimiento de nuestras autoridades. Además, explicó nuestra evaluación a largo plazo de que la situación existente está en conflicto con los principios de soberanía e integridad territorial y, por lo tanto, no puede aceptarse ni tolerarse. Durante su discurso, el Ministro de Relaciones Exteriores hizo hincapié en que el proyecto de Resolución no era de ninguna manera un intento de confrontación, ni tenía la intención de politizar el tema.
La Resolución en sí es muy amplia e importante. Para resaltar brevemente sus puntos principales, vale la pena comenzar por mencionar que, en la Resolución, la Asamblea General expresa su profunda preocupación por el hecho de que el Grupo Operativo de las Fuerzas Rusas permanezca estacionado en el territorio de la República de Moldavia sin el consentimiento de ese Estado o el mandato de las Naciones Unidas. También insta a la Federación de Rusia a completar, incondicionalmente y sin más demora, la retirada ordenada de Moldavia del Grupo Operacional. La Resolución también constata, con agradecimiento, los esfuerzos realizados por los Estados que participan en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tenían como objetivo facilitar la finalización del proceso de retirada de las fuerzas militares rusas. Y, finalmente, la Resolución también recuerda el compromiso vinculante de la Federación de Rusia de completar la retirada dentro de un calendario específico, como se acordó en la Cumbre de la OSCE de 1999 en Estambul.
Los medios de comunicación internacionales y de Moldavia destacaron en sus informaciones que durante el proceso de adopción en la Asamblea General, la Federación de Rusia intentó utilizar incluso cuestiones de procedimiento para retrasar la adopción de la Resolución. Sobre la base de estos hechos, los periodistas concluyeron que la Resolución tenía un precio muy alto para la diplomacia rusa. Antes de que la resolución fuera sometida a votación, el representante de la Federación de Rusia propuso que el examen del proyecto se aplazara a través de una moción de no acción. La delegación rusa intentó utilizar los argumentos de que el texto no había sido el resultado de consultas preliminares y que ese proceso significaba que no era susceptible de crear consenso. Además, como es costumbre para la diplomacia rusa, ha tratado de desviar el enfoque de los temas principales e incluso enfatizar que la República de Moldavia estaba dividida sobre el tema en cuestión. El Ministro de Asuntos Exteriores e Integración Europea de la República de Moldavia, quien encabezaba la delegación moldava en los debates, proporcionó a la Asamblea exhaustivos argumentos en contra, que obviamente tuvieron en cuenta la mayoría de las delegaciones y, como resultado, la moción de no acción presentada por la delegación rusa fue rechazada. Obviamente, Rusia no respalda en absoluto estas situaciones en plataformas multilaterales, siempre y cuando su participación en varios conflictos regionales esté a punto de ser probada o condenada. Pero se trata de ser digno de confianza y nadie negará que actualmente puede haber un problema para entablar un diálogo, lo cual es extremadamente importante para nosotros, ya que se requieren esfuerzos conjuntos.
Como resultado, la Asamblea General de las Naciones Unidas, por primera vez, aprobó la Resolución sobre este asunto. La resolución es un primer e importante documento de referencia destinado a fortalecer el apoyo de la ONU a la soberanía y la integridad territorial de la República de Moldavia. La Federación Rusa también recibió una señal de la comunidad internacional y de la ONU de que debe respetar plenamente la independencia de la República de Moldavia.
Un significativo número de estados miembros de la ONU respaldó nuestra posición y solo un puñado de estados votó en contra. Las autoridades moldavas están extremadamente agradecidas a todos los estados que apoyaron la Resolución y votaron a favor. No es una exageración subrayar que los resultados fueron muy buenos y muestra que nuestra diplomacia logró transmitir de manera correcta y eficiente su mensaje a la comunidad internacional sobre el asunto en cuestión y los temas en juego. Nuestra Representación en Nueva York y el Ministerio de Relaciones Exteriores e Integración Europea, así como nuestras embajadas realizaron un enorme trabajo para llevar la información adecuada a nuestros socios y lograr ese apoyo a nuestra iniciativa. Por supuesto, el apoyo que nos brindaron nuestros socios estratégicos, tanto copatrocinando el borrador como obteniendo su abrumador apoyo, incluidos los estados miembros de la UE, tampoco puede ser subestimado. Obviamente, agradecemos a las autoridades españolas su posición y su apoyo inquebrantable.
Aunque la Resolución no es sancionadora, es un paso procedimental muy importante, que abre a la República de Moldavia otras posibilidades, que deben emprenderse, para llamar la atención de la comunidad internacional sobre este tema. Actualmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores e Integración Europea de la República de Moldavia está preparando pasos estratégicos hacia adelante, lo que ofrecería opciones para incentivos a largo plazo en relación con una solución final a este problema.
Creemos que nuestros esfuerzos darán resultados concretos al aumentar el número de estados que se alinearán con el grupo de estados que apoyan la Resolución. Debido a que hubo varios estados que se abstuvieron de tomar posición durante la votación en junio, confiamos en que con un trabajo bien dirigido podremos aumentar aún más en el futuro la cantidad de estados que nos brindan apoyo. Dicho esto, también es obvio y claro que las autoridades de la República de Moldavia están listas y dispuestas a entablar un diálogo con Moscú para romper el hielo y reanudar las discusiones sobre los compromisos de la Federación de Rusia de retirar sus fuerzas armadas incondicionalmente y, como está consagrado en la Resolución, sin más demora.
07/12/2018. © Todos los derechos reservados