<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La tensión entre Bélgica y España sigue en aumento a causa de los apoyos que desde autoridades de ese país llegan a los independentistas catalanes, el último el del ministro de Defensa, el nacionalista flamenco Sander Loones, que ha dado su respaldo a la huelga de hambre emprendida por varios de los políticos presos.</strong></h4> Precisamente desde Bruselas, donde participaba en una reunión con sus colegas de la OTAN, el ministro de Asuntos Exteriores,<strong> Josep Borrell, calificó de “inaceptables”</strong> las palabras de <strong>Loones</strong>, quien, en su cuenta de Twitter afirmó, el pasado día 1, refiriéndose al líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, y al exconseller Jordi Turull: "Encerrados durante más de un año sin ser condenados. El Tribunal español no trata ni siquiera su proceso para evitar que el Tribunal de Derechos Humanos pueda pronunciarse. <strong>Ahora, se ven obligados a hacer una huelga de hambre. Ningún demócrata debería callarse sobre esto</strong>”. Las manifestaciones del titular belga de Defensa, que es miembro de<strong> Nueva Alianza Flamenca (NV-A)</strong>, una formación que siempre ha dado su apoyo al “proces”, hicieron que Borrell, anunciara que<strong> “recibirán seguramente una respuesta”</strong>. Fuentes de la Oficina de Información Diplomática, consultadas por <em>The Diplomat</em>, no pudieron precisar en la tarde de ayer en qué consistirá esa respuesta y si el <strong>embajador belga, Marc Calcoen,</strong> será nuevamente convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores para transmitirle la protesta del Ejecutivo. En los últimos meses, el representante diplomático belga ha sido llamado hasta en tres ocasiones por las autoridades españolas para manifestarle su malestar por declaraciones contra España hechas por destacados dirigentes y responsables de Flandes a cuenta del proceso independentista. La última vez, el pasado 16 de octubre, el Gobierno español comunicó al embajador que retiraba el estatus diplomático al delegado del Gobierno de Flandes en España por las descalificaciones reiteradas del presidente del Parlamento flamenco, Jan Peumans, también de la NV-A. Peumans había criticado el encarcelamiento de políticos catalanes por la consulta del 1-O, asegurando que "el Gobierno español es incapaz de cumplir las condiciones para formar parte de una Europa democrática". El Gobierno belga siempre se ha escudado en que esa no era su posición oficial, pero en esta ocasión, se trata de un miembro del Ejecutivo que dirige Charles Michel, en coalición con los nacionalistas flamencos.