El Rey tras visitar la Catedral de La Antigua. /Foto: © Casa de S.M. el Rey
The Diplomat.. 16/11/2018
El Rey y el presidente del Gobierno asisten desde ayer a la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad de La Antigua de Guatemala.
Felipe VI llegó a Guatemala el miércoles, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, procedente de su viaje de Estado a Perú.
El monarca comenzó la jornada ayer en el Hotel Museo Casa Santo Domingo, donde mantuvo encuentros bilaterales con el presidente de Guatemala y anfitrión de la cumbre, Jimmy Morales; y con el presidente de Paraguay, Mario Abdo. Posteriormente, Don Felipe se trasladó al Hotel Camino Real, donde mantuvo un almuerzo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
A continuación, el Rey asistió a la presentación del Programa Iberoamericano de Derechos de Personas con Discapacidad y por la tarde asistió a la clausura del XII Encuentro Empresarial Iberoamericano. El día concluyó con una cena oficial ofrecida por el presidente de Guatemala en honor de los Jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la Cumbre.
Felipe VI comenzó sus actividades de hoy (madrugada en España) con un desayuno de trabajo ofrecido a los presidentes de los países centroamericanos y posteriormente, tras la fotografía oficial de la Cumbre en la Plaza Principal de La Antigua, se dirigió al Centro de Convenciones, donde se celebra la primera sesión de la XXVI Cumbre.
Por su parte, Pedro Sánchez también mantuvo encuentros bilaterales con Jimmy Morales y Mario Abdo, con quienes abordó la crisis migratoria que vive la región y analizó las perspectivas de la futura presidencia de Jair Bolsonaro en Brasil, la crisis económica en Argentina y la situación que se vive en Venezuela y Nicaragua.
Asimismo, Josep Borrell mantuvo un encuentro con sus homólogos iberoamericanos, a quienes instó a apoyar el multilateralismo y a evitar la polarización política en un mundo que “parece deslizarse a los años 30”, ya que, “aunque no haya grandes intenciones expansionistas, sí hay aires de venganza, tensiones proteccionistas y ataques a Naciones Unidas».