149 imágenes a color del fotógrafo francés Jacques Henri Lartigue se muestran por primera vez en España en una exposición en la Fundación Canal, en la Sala Mateo Inurria, 2, y que tiene por título Lartigue, el cazador de instantes felices. Fotografías a color.
Comisariada por Marion Perceval (Donation Lartigue) y Anne Morin, fundadora de diChroma photography, se abre al público hoy y hasta el 23 de abril, y forma una parte sorprendente y casi desconocida para el público de la obra de este artista francés.
Fotógrafo, pintor y escritor, Lartigue (1894-1986) es reconocido como un maestro de la fotografía francesa, principalmente en blanco y negro, pese a que un tercio de su archivo (47.000 de 150.000 imágenes) es a color, siendo esta una parte fundamental de su obra a la que, durante mucho tiempo, no se le prestó atención.
Considerado como un precursor de la modernidad fotográfica, Lartigue tuvo, sin embargo, un reconocimiento tardío, que no llegó hasta 1963 (cuando el artista contaba con 69 años) gracias a su primera exposición, que acogió el MoMA de Nueva York, comisariada por John Sarkowski, para quien el artista era un «auténtico primitivo» que inventó la estética de lo instantáneo y dio lugar al género de la fotografía callejera. Ese mismo año, la revista Life le dedicó un porfolio que dio la vuelta al mundo e hizo famosas sus obras en blanco y negro, convirtiéndole en uno de los grandes nombres de la fotografía del siglo XX de la noche a la mañana.
La exposición que organiza y produce la Fundación Canal, a través de 149 obras, hace hincapié, sin embargo, en una singularidad de este maestro que definió toda su vida: su ambición por capturar «los instantes felices» de los que había sido testigo y partícipe. Lartigue persiguió esta misión romántica que le encomendó su padre en su lecho de muerte, la búsqueda de la felicidad, y a la que se entregó en distintos momentos de su carrera y con distintas herramientas sin encontrar ninguna que le dejase del todo satisfecho.