Josep Piqué durante su intervención./ Foto: Real Instituto Elcano
Eduardo González. 11/10/2018
El exministro de Asuntos Exteriores Josep Piqué advirtió ayer de que Europa se juega su “futuro como proyecto político” en las elecciones europeas de mayo de 2019, especialmente en el actual contexto de “desoccidentalización” que se vive en el mundo en favor de China y otras potencias emergentes.
“Hay un claro desplazamiento del centro de gravedad desde el meridiano de Greenwich, según la visión eurocéntrica, al estrecho de Malaca, conexión natural del Índico y el Pacífico y donde vive el 60% de la población mundial y se registran más de la mitad del PIB y de las transacciones comerciales del mundo”, declaró Piqué durante una conferencia en la Escuela Diplomática, coorganizada por el Real Instituto Elcano, el Club de Madrid y la Embajada de Letonia.
“Occidente no es un concepto geográfico, es la defensa de la libertad, la democracia representativa, el libre mercado y la sociedad abierta”, y en la actualidad se vive “un vertiginoso proceso de desoccidentalización” que ha relegado a Europa a “la periferia de este nuevo mapamundi”, prosiguió durante su intervención en la conferencia El futuro de la Democracia en Europa, organizada con motivo del centenario de Letonia y que fue presentada por el director de la Escuela Diplomática, Fernando Fernández-Arias, y la embajadora letona, Argita Daudze.
Esta “desoccidentalización” es fundamentalmente un “repliegue anglosajón”, sobre todo de Estados Unidos, que ha renunciado a “su papel en el orden mundial”, declaró el que fuera ministro de Asuntos Exteriores durante la primera legislatura de José María Aznar.
“La naturaleza tiene horror al vacío, y cuando alguien se repliega, otro se despliega”, advirtió Piqué. “China fue el país más importante del mundo durante mil años y tiene una estrategia clara para recuperar ese papel histórico”, prosiguió. “Ha abandonado su autocontención y ha dejado bien claro que quiere convertirse en la mayor potencia global a mitad de este siglo”, manifestó.
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“Europa es como la democracia, hay que regarla todos los días”, advierte el exministro de Exteriores
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En el marco de este nuevo “mundo postoccidental”, afirmó, «Europa es como la democracia, hay que regarla todos los días”. “Si disminuimos la solidaridad y la libre circulación de personas y no somos capaces de ponernos de acuerdo sobre el euro, la seguridad o las migraciones, es posible que volvamos a ser sólo un área comercial y aduanera y dejemos de ser un proyecto político”, alertó.
El proyecto europeo fue posible gracias a Francia y Alemania, pero ya no es suficiente, según Piqué. “Francia quiere pero no puede y Alemania ni quiere ni puede a causa de la debilidad del Gobierno”, advirtió Piqué. “Europa está formada por países pequeños y por países que no se han dado cuenta de que son pequeños. Ningún país europeo, ni siquiera Alemania, estaría en un hipotético G7 dentro de diez años sólo por su PIB”, afirmó.
Aparte, en Italia hay “un gobierno euroescéptico como mínimo, con algunos casos de eurofobia”, y en España, “la inestabilidad política y la debilidad parlamentaria del Gobierno” no permiten jugar “un papel más proactivo y propositivo” en Europa.
Por ello, en el actual contexto de auge de los “populismos de izquierda y derecha y de nacionalismos, empezando por el que tenemos en la propia España”, y sin olvidar que “17 de los 28 Estados miembros tienen gobiernos populistas o apoyados por populistas”, las próximas elecciones europeas van a ser “fundamentales”.
“Van a ser unas elecciones muy importantes, más importantes que las de Andalucía, Cataluña o unas posibles elecciones generales en España”, manifestó. “Hay que explicarles a los ciudadanos que no deben verlas como un experimento iconoclasta para castigar a los gobiernos de turno”, advirtió. “Tiene un coste que puede ser gravísimo, ya que nos jugamos el futuro de Europa y la concepción que de Europa tengan los propios ciudadanos europeos”, concluyó.