Josep Borrell durante la inauguración./ Foto: @JosepBorrellF
The Diplomat. 09/10/2018
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, instó ayer a los 43 Estados miembros de la Unión por el Mediterráneo (UpM) a adoptar un “enfoque global” en materia migratoria, al tiempo aseguró ante la prensa que el Gobierno no invitó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a la ceremonia de inauguración del III Foro Regional para «no darle un escenario apropiado para seguir vilipendiando el buen nombre de España».
Quim Torra debería “saber que no puede declarar que el Estado español es su enemigo, no puede chantajear al presidente del Gobierno diciendo que si no le aprueba el referéndum de autodeterminación no le aprobará cualquier cosa, no puede convertirse en el cabecilla de los agitadores callejeros”, declaró el ministro durante la rueda de prensa conjunta posterior la reunión ministerial del III Foro Regional de la UpM, celebrado en Barcelona.
“Si hace todo eso, no puede esperar que se le invite a un acto protocolario” en el que su presencia “no es imprescindible», añadió. Por ese motivo, precisó, “el Ministerio de Asuntos Exteriores ha considerado no invitarle para no darle un escenario apropiado para que siguiese vilipendiando el buen nombre de España y para que no distorsionase esta reunión, convirtiéndola en algo distinto a lo que debe ser».
Durante la ceremonia de inauguración –en la que participaron también la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini; el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, cuyo país ejerce la presidencia de turno; el secretario general de la UpM, Nasser Kamel; y el comisario europeo de Política de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn-, Borrell defendió la necesidad de “estrechar la cooperación para gestionar solidariamente los flujos migratorios”.
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El ministro de Exteriores insta a los países de la región a estrechar la cooperación en materia migratoria
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Asimismo, prosiguió, es necesario «aplicar un enfoque global en los países de origen y de tránsito que incluya la dimensión humanitaria, la de seguridad, las expectativas socioeconómicas de los jóvenes, la promoción de empleo y la lucha contra el tráfico de personas».
El mismo enfoque de “cooperación y diálogo”, según el jefe de la diplomacia, es necesario para afrontar los otros grandes retos de la región, como la seguridad o los conflictos de Siria, Libia y Oriente Próximo.
Al respecto de este último, Borrell manifestó la necesidad de recuperar, «sin más dilación», un proceso de paz que se base en “una solución de dos Estados». «Debemos recuperar el ‘espíritu de Madrid‘”, prosiguió, en referencia a la Conferencia Internacional de Paz para Oriente Próximo, celebrada en 1991 en la capital de España y que fue el punto de partida de los Acuerdos de Oslo de 1995.
