Dastis, como embajador, con el jefe del Protocolo Diplomático italiano./ Foto: Inigo Lambertini Twitter
Eduardo González. 09/10/2018
El Gobierno ha asegurado que el criterio que se sigue para el nombramiento de embajadores de España en el exterior es su eficacia y capacidad para desempeñar el cargo y no tiene ninguna relación con la supuesta afinidad política del interesado.
“El criterio seguido para los nombramientos de los embajadores de España es la designación de aquellos candidatos que mejor puedan desempeñar la labor de representación y defensa de los intereses de España en el país o los países en que estén acreditados”, aseguró el Gobierno el pasado 25 de septiembre en una respuesta parlamentaria. “El Gobierno espera que se juzgue a los altos cargos por su eficacia en el desempeño de sus funciones y responsabilidades y no por sus eventuales afinidades políticas”, añadió.
El Ejecutivo responde así a una pregunta parlamentaria del diputado Fernando Maura, de Ciudadanos, sobre “los nombramientos de embajadores próximos al PSOE por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores”, en la que acusa al actual Gobierno de repetir las mismas “prácticas de nepotismo que tanto se criticaban del anterior Ejecutivo”.
Ejemplo de ese reemplazo de “un partidismo por otro, sin prestar atención a la preparación y el conocimiento que los candidatos designados pudieran tener”, prosiguió Maura, es el relevo del exministro Ignacio Wert como embajador ante la OSCE y su sustitución por Manuel Escudero, hasta entonces secretario de Política Económica y Empleo del PSOE.
Aparte, y de acuerdo con el mismo criterio de colocar a “personas ideológicamente próximas al partido que apoya al Gobierno en lugar de utilizar criterios meritocráticos”, Maura citaba el relevo que se planteaba en las embajadas en París, Moscú, Rabat y Roma, “donde se considera que los embajadores actuales eran demasiado próximos al PP” y en las que, previsiblemente, se nombraría a “personas muy próximas al PSOE”.
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El Ejecutivo desea una norma similar al Reglamento de la Carrera Diplomática tumbado por el Supremo
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La pregunta parlamentaria fue registrada a principios del pasado mes de julio. Entretanto, el Gobierno ha designado embajador en Roma al que fuera ministro de Asuntos Exteriores del último Gobierno de Mariano Rajoy, Alfonso Dastis.
Asimismo, ha mantenido en sus puestos a los embajadores en Francia (Fernando Carderera) y Marruecos (Ricardo Díez-Hochleitner, antiguo director del Departamento de Internacional con Felipe González, pero también director general de Política Exterior con José María Aznar y embajador ante la OSCE con Rajoy). El nuevo representante en Moscú, Fernando Valderrama, dimitió en 2002 como embajador en Bagdad por sus discrepancias con Aznar, concretamente por su apoyo a la política de EEUU hacia Irak.
En la misma pregunta parlamentaria, Maura pide al Gobierno que explique si tiene previsto “poner en marcha algún plan que especifique, de forma pública, cuáles son los criterios valorados para este tipo de nombramiento”. En su respuesta, el Ejecutivo expresa su deseo de que “pueda volverse a aplicar un procedimiento tasado y transparente para la selección de los candidatos que se presenten para cubrir las jefaturas de misión vacantes semejante al que se encontraba vigente en el Reglamento de la Carrera Diplomática anulado, por otras razones, en diciembre pasado por el Tribunal Supremo”.