Foto: IRTA
The Diplomat. 31/08/2018
El programa Horizon 2020 de la Unión Europea está poniendo en marcha un proyecto en el Delta del Ebro para desarrollar una variedad de arroz resistente a la salinidad y, por tanto, con capacidad para afrontar los efectos del cambio climático en el cultivo de este cereal.
El objetivo del proyecto New Commercial EUropean RICE (NEURICE) -en el que participan científicos de trece instituciones de España, Francia, Italia, Reino Unido, Argentina y China- es encontrar nuevas variedades autóctonas que protejan el futuro del sector europeo, que produce dos terceras partes del arroz que se consume en el continente.
Para ello se ha escogido como campo de trabajo la zona agrícola del Delta del Ebro, una de las áreas del mundo que más están sufriendo las consecuencias del cambio climático. Según Bruselas, los principales problemas que afectan a los agricultores del Delta están relacionados con la salinidad, por lo que “conseguir una variedad de planta que sea capaz de resistir altos niveles puede significar una solución de gran importancia para la pervivencia de estos cultivos”.
El aumento de la salinidad de los campos es uno de los principales efectos del cambio climático en el Delta del Ebro. El incremento de la temperatura global ha provocado que haya menos precipitaciones y que suba el nivel del mar, lo que se ha derivado en un aumento de la salinización de los acuíferos, de los caudales fluviales de los deltas y de las parcelas inundables más cercanas a la costa, que es precisamente donde se cultiva el arroz.
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El objetivo es encontrar una variante autóctona resistente a los efectos del cambio climático
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En cambio, según Bruselas, la salinidad puede ser una gran aliada en la lucha contra la plaga del caracol manzana, una especie invasiva que está extendiéndose por todo Europa y que afecta tanto a la productividad como la biodiversidad, puesto que destruye las plantaciones al alimentarse de las semillas y de pequeñas plantas.
En un estudio de 2014 se demostró que, inundando con agua de mar los terrenos, se conseguía un exterminio del 100% del caracol manzana. Aun así, se observó una pérdida de productividad de un 30% debido a la salinidad residual en el terreno, justo lo que se podría evitar gracias a la implantación de una variedad tolerante.
El proyecto NEURICE se ha financiado gracias al programa Horizon 2020, a través de la convocatoria Seguridad Alimentaria Sostenible. El programa Horizon 2020 es una línea de apoyo de la Unión Europea centrada en la investigación y la innovación y dotada con 80.000 millones de euros para el periodo 2014-2020.