En el marco de la conmeración del Día de la Memoria del Holocausto que tendrá lugar en diferentes partes del mundo el 27 de enero, Centro Sefarad-Israel (Palacio de Cañete, calle Mayor, 69, de Madrid) tiene el honor de contar con el testimonio de Jorge Klainman, superviviente polaco de la Shoá. Siete veces estuvo al borde de la muerte, y esas siete veces sintió que había vuelto a nacer. Jorge Klainman pasó tres de sus 80 años en diferentes campos de concentración durante el Holocausto.
«Todo lo que sucedió a lo largo de mi vida fueron milagros -afirma Klainman-. En ese momento los nazis sólo hacían trabajar a los jóvenes mayores de 18 años. A los menores los mataban. Sin embargo, por error fui trasladado a un campo de concentración para desempeñar las tareas que hacían los adultos. Realicé todo tipo de trabajos inhumanos: debía construir ramales ferroviarios y puentes y arrancar rocas de la pared viva de las montañas para hacer fábricas subterráneas. Todo esto tenía que hacerlo con una dieta diaria que no alcanzaba las 300 calorías», relató.