Carlos Midence
Embajador de Nicaragua
En Nicaragua se ha tratado de instaurar, mediante diversos mecanismos (fake news, pos-verdad, tergiversación), una serie de falsedades con relación a los eventos de los últimos días, que son una trama desestabilizadora para orquestar un golpe de estado. Este golpe lo tratan de ejecutar por medio de los mismo y otros mecanismos de los que se han valido algunos agentes en los últimos tiempos en Nuestramérica y en otros continentes, para intentar o, en algunos casos, consumar tales golpes. A estos acontecimientos se les ha denominado primaveras árabes, de colores, golpes blandos, entre otros.
Decimos los “mismos y otros mecanismos” porque, al observar quienes han estado detrás de la trama en Nicaragua, se evidencia el guion en cinco etapas, ideado por Gene Sharp, a quien la maquinaria mediática occidental ha querido enmascarar como filósofo, sin ser más que un nuevo agitador “ideologista” imperial/colonial.
En Nicaragua, los agentes (internos y externos) se han valido también de otros métodos que confirman la intención de llevar a una deriva mayor lo que el presidente de la República, comandante Daniel Ortega, calificó de protestas en todo su derecho por el seguro social, siempre que se desarrollen de forma pacífica. Estos agentes jamás tuvieron intención de que tales protestas fueran pacíficas, utilizando las redes sociales no para expresar indignación sino para proferir odio y llevar la refriega a la inútil pérdida de vidas.
Estos agentes incitaron a acciones violatorias de los derechos humanos básicos: obstruir la libre circulación e instigar destrucciones y saqueos, provocando enfrentamientos que han cobrado la vida de personas de ambas posiciones. Asimismo, para manipular las emociones (Moïsi) instrumentalizaron despiadadamente los siguientes elementos:
1) Hacer creer que las manifestaciones son “autoconvocadas”. Basta una pregunta para desmontar tal embuste: ¿quién paga las banderas?
2) Enmarañar a los estudiantes con personajes cuya carrera delictiva tiene inventario copioso, quebrantado el derecho de la mayoría a continuar estudiando.
3) Derivar la protesta a refriega violenta, utilizando a sujetos armados altamente violentos. Ante ello hubo una respuesta, tanto de la población que defendía sus bienes como de las instancias que deben guardar el orden. ¿Hubo desproporción? El informe de la CIDH y las investigaciones posteriores definirán el rumbo de la justicia.
Es ahora que la tónica de la trama cambia, y de protestas violentas que decían reclamar los derechos sociales pasan a orquestar el golpe de estado. La explicación es la siguiente: estos agentes no han podido en este tiempo hacer mella alguna, siguiendo las reglas del juego democrático, en la fortaleza del Proyecto Sandinista. Al contrario: el respaldo a las políticas y la gestión eficaz de la administración pública del presidente-comandante Daniel Ortega y la vicepresidenta poeta Rosario Murillo, que ha conseguido logros socioeconómicos y políticos de talla mundial reconocidos por organismos internacionales, ha sido el elemento concreto para la vinculación del pueblo nicaragüense con el Proyecto Sandinista.
Por ello, estos agentes pensaron encontrar en estos eventos el burdo formato para consumar su trama. Inventaron que “el pueblo se levanta” cuando en verdad son agrupaciones que se juntan para destruir y saquear. Veamos: aunque ese 32% de la ciudadanía que escogió otro rumbo en las últimas elecciones se les juntara, lo cual no es así (en sus recientes manifestaciones no alcanzan ni las cifras que luego sobredimensionan), no pueden hablar del pueblo en sentido estricto, puesto que hay un 68% inamovible que apoya el Proyecto del Buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional. Ahí su fracaso.
En la mesa del Diálogo Nacional, estos agentes han tratado de impulsar un golpe de estado, como denunció el canciller Denis Moncada, con la más burda de las osadías, esgrimiendo una retórica mecánica, vacía, amparados en la manipulación, sin respaldo jurídico y menos popular. Este es el meollo de su fallida trama: la ausencia de propuesta y derivarlo todo en odio, muerte, violencia irresponsable y destructiva.
01/06/2018. © Todos los derechos reservados