<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>España asumirá la Presidencia del Consejo de la UE con la “responsabilidad” de mantener la unidad europea en un momento geopolítico “especialmente delicado”. Para ello, cuenta con un “grandísimo activo” del que carecen otros muchos países del continente: su “enorme consenso” en materia de política exterior, a pesar de la “crispación y la polarización” que caracteriza la vida política del país, especialmente en este año electoral.</strong></h4> Esta es una de las principales conclusiones del informe <strong><a href="https://www.realinstitutoelcano.org/policy-paper/espana-en-el-mundo-en-2023-perspectivas-y-desafios/" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><em>España en el mundo en 2023: perspectivas y desafíos</em></a>, elaborado por el Real Instituto Elcano</strong> y en el que se identifican las perspectivas que presenta el escenario internacional actual y se analizan los desafíos de la acción exterior española en los próximos doce meses. El documento, undécima edición de este informe anual y que ha sido coordinado por <strong>Ignacio Molina y Jorge Tamames</strong>, señala que la invasión rusa de Ucrania ha recibido “una respuesta firme tanto desde la Unión Europea en su conjunto como de España en particular”, así como “una combinación de firmeza y prudencia por parte de la Administración Biden” que ha permitido “recomponer el liderazgo internacional estadounidense, debilitado tras la retirada de Afganistán”. En este contexto, prosigue, la cumbre de la OTAN celebrada en junio de 2022 en Madrid “confirmó que el atlantismo se ha visto plenamente reforzado en el contexto de la guerra”. <strong>El año 2023, prosigue el estudio colectivo, estará “fundamentalmente condicionado por la continuidad de la guerra y tendrá como gran referente para España el ejercicio de la Presidencia del Consejo de la UE durante la segunda mitad del año”</strong>. Dado que “es poco probable que el conflicto termine pronto o que Moscú y Kyiv consigan acordar un alto al fuego para contenerlo”, y teniendo en cuenta los “momentos convulsos” que atraviesa el vecindario europeo –tanto el oriental como el meridional– y “el enquistamiento” de la rivalidad China-EEUU, “la UE necesitará afianzar sus vínculos con socios con los que comparte valores, intereses y una agenda en común”, continúa. Por todo ello, señala Elcano, <strong>la Presidencia española del Consejo de la UE, que tendrá lugar a partir de julio, adquiere una gran importancia por su “gran número de dosieres –tecnológicos, económicos, energéticos y climáticos, de seguridad-”</strong>, y será “clave para determinar el éxito de estos esfuerzos en América Latina”, además de que “vertebrará” el conjunto de la acción exterior española a lo largo del año. <strong>El “grandísimo activo” de España</strong> España se enfrenta a su Presidencia de la UE con “la responsabilidad de mantener la unidad europea” en un momento “especialmente delicado”, declaró <strong>Ignacio Molina durante la presentación del informe, que tuvo lugar ayer en la sede de la Fundación Botín en Madrid </strong>y en la que estuvo acompañado por José Juan Ruiz, presidente del Real Instituto Elcano, y varios autores del informe, los investigadores Lara Lázaro, Mira Milosevich y el citado Jorge Tamames. Aparte, prosiguió, <strong>la Presidencia española supone una oportunidad para “invertir en el capítulo exterior” y, de hecho, los Presupuestos ya destinan “más dinero para la acción diplomática, para la cooperación y para la acción cultural”</strong>. Por ello, explicó, España se enfrenta a su semestre europeo en “buenas condiciones”, o, en todo caso, mucho mejores que las que tuvo en 2010, cuando ejerció la Presidencia “en un contexto muy complicado por la crisis financiera de 2008, que se convirtió en crisis de deuda pública en plena Presidencia española”, y con un partido gobernante, el PSOE, que perdió por aquellas fechas “diez puntos en intención de voto”. Según el investigador, la Presidencia de la UE se va a ver facilitada por el <strong>“grandísimo activo” con que cuenta España “en comparación con otros Estados grandes y medios de la UE”: su “enorme consenso respecto a cómo conectar a España con Europa y el mundo”</strong>. “Con excepción del triángulo formado por Sáhara, Marruecos y Argelia, nunca antes había habido tal grado de alineamiento, y no solo entre los dos partidos principales, sino incluso en la opinión pública española”, aseguró Molina, basándose en los sondeos efectuados por el propio Real Instituto Elcano. A pesar del clima de “crispación” que reina en la vida política española, caracterizado por “el desacuerdo en casi todo”, en temas como<strong> la OTAN, Ucrania y la UE “hay una gran sintonía social y política”</strong>, prosiguió. Por ello, <strong>pese a que nos encontramos en un año electoral y a que “no vemos la probabilidad de que la crispación disminuya”, lo previsible es que la polarización de la opinión pública no se traslade a la agenda exterior y que España mantenga su tradicional consenso europeísta y su amplio apoyo a Ucrania. </strong>“El gran desafío es que ese consenso en la política doméstica se mantenga”, advirtió. “Debemos ser conscientes de que tenemos ese tesoro, pero eso depende de los políticos, de si mantienen altura de miras o recurren al electoralismo cortoplacista”, añadió.