Javier Rupérez durante su intervención./ Foto: Red Floridablanca
The Diplomat. 26/01/2018
El ex embajador de España en Washington y antiguo diputado Javier Rupérez ha advertido de que la política y las ideas de Donald Trump están confirmando los temores sobre “la profunda erosión” del liderazgo mundial de Estados Unidos, una potencia que, con el actual presidente, se ha vuelto “imprevisible”.
La política exterior de Trump ha convertido a Estados Unidos en “una potencia imprevisible ante la que hay que extremar cautelas”, afirmó el lunes pasado Rupérez durante el coloquio Un año de Trump en la Casa Blanca, organizado por Casa América y la Red Floridablanca y en el que también participaron la directora de este organismo, Isabel Benjumea; el director gerente de Acton Institute International, Alejandro A. Chafuen; y la directora de Relaciones Externas del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, Cristina Crespo.
El poder de Trump, según el ex embajador, se basa en una combinación de nacionalismo exclusivista, proteccionismo económico y comercial, negación de lo multilateral, demonización del extranjero y aislacionismo que suponen, en su conjunto, una “enmienda a la totalidad” del papel jugado por EEUU desde la Segunda Guerra Mundial como potencia garante del “multilateralismo, la libertad de comercio, la integración supranacional, la estabilidad democrática y la diversidad internacional”.
Por ello, prosiguió, con la Presidencia de Trump “se están confirmando algunos temores de que el liderazgo de Estados Unidos está sufriendo una profunda erosión”, lo cual está creando “vacíos importantes en la estabilidad global que están intentando ocupar Rusia y China”.
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El ex embajador advierte de la “profunda erosión” mundial del liderazgo de Washington
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Entre los aspectos más criticables de la política exterior de Trump, Rupérez se refirió sobre todo al “abandono progresivo de cualquier noción de libre comercio”, cuyas consecuencias “no sólo van a ser negativas para una visión del libre comercio como factor para la estabilidad mundial, sino también para los intereses de Estados Unidos”.
Asimismo, calificó de “tragicómicas” algunas medidas como la prohibición de entrada de musulmanes, “la actitud despectiva” hacia los aliados de la OTAN, “todas la baladronadas sobre quién tiene un botón nuclear más grande”, la decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel “ahora y de la manera en que se ha hecho”, los titubeos con China o las relaciones con Rusia, con la que “ha debido haber algo, porque no hay manifestación pública de Trump en que no diga que no hay colusión”.
“En el lado positivo”, Rupérez destacó el incumplimiento de “su anuncio de que se iba a ir de todas partes: no se va de Irak, no se va de Afganistán y no se va de Siria, y eso es un reconocimiento de realismo seguramente porque se ha rodeado de militares”.