FITUR 2018 se clausurará mañana.
Alberto Rubio. 20/01/2018
La oferta turística de todos los países se está adaptando a las exigencias de un viajero que reclama mayor variedad de propuestas culturales, de naturaleza, gastronómicas y de aventura, como evidenciaron los invitados que pasaron ayer por los estudios de Radio Internacional de España y The Diplomat en FITUR.
El vicepresidente del Comité para el Desarrollo Turístico de Uzbekistán, Ravshan Usmanov, aludió a la historia de su país, muchas de cuyas ciudades formaron parte de la histórica Ruta de la Seda, para animar a los turistas a visitar Uzbekistán. Y recordó el vínculo que une a España con este país desde el siglo XV, «cuando el embajador del Rey de Castilla, Ruy González de Clavijo, llegó hasta Samarcanda», entonces la capital del imperio de Tamerlán. Usmanov también destacó la variada gastronomía uzbeka.
La naturaleza es el eje principal sobre el que gira la oferta turística de Bangladés, que este año ha vuelto a FITUR con un tigre de Bengala como exponente de sus atractivos naturales. El consejero comercial y económico de la Embajada de Bangladés, Mohammed Sufiullah, subrayó que su país «ofrece millares de sitios llamativos: Bazar de Cox (la playa más larga del mundo); Sundarbans (el manglar Patrimonio de la Humanidad y hogar del tigre de Bengala); San Martín (isla de corales con playas rodeadas de cocoteros); o los jardines de té verde en Sylhet, entre otros».
La embajadora de Chipre en España, Koula Sophianou, destacó la milenaria historia de Chipre y su legado cultural y patrimonial, como se ha demostrado en 2017, año durante el cual Pafos ha sido la Capital Cultural de la Unión Europea. Sophianou añadió los numerosos atractivos de Chipre declarados como Patrimonio de la Humanidad, tanto materiales como inmateriales, por la UNESCO.
También Malasia se decanta por la naturaleza y la cultura para posicionarse en el mercado turístico. El ministro de Turismo de este país, Dato Seri Nazri Aziz declaró a The Diplomat que el Plan de Transformación Turística que ha puesto en marcha su Gobierno se propone elevar a 36 millones sus visitantes anuales, «apostando por un turismo ecológico sostenible y de alta calidad«.