Melitón Cardona
Ex embajador de España en Dinamarca
Los partidos CDU-CSU y SPD han alcanzado un principio de acuerdo para tratar de formar una nueva coalición de gobierno en la República federal de Alemania y, como en toda negociación, ambas partes han tenido que hacer concesiones: así, el SPD ha renunciado a incrementar el tope máximo de imposición del 42 al 45 % como era su deseo, y, por exigencias de la CSU, a aceptar cuotas anuales de entrada de refugiados y límites cuantitativos mensuales a las reunificaciones familiares; a cambio, ha conseguido que se incrementen significativamente los importes de determinadas medidas de corte social y se establezca un calendario para la introducción progresiva de la igualdad de género en la Administración hasta alcanzar la paridad en 2025.
Hasta aquí, todo bien: el problema es que amplios sectores del partido socialdemócrata y bastantes figuras relevantes del mismo están cuestionando abiertamente el contenido de ese principio de acuerdo, cuando no ya su conveniencia. Así por ejemplo, el alcalde de Berlín, Michael Müller, es muy crítico con la repetición del experimento por cuanto considera que los votantes ya han castigado inequívocamente a los participantes. En efecto, en las últimas elecciones generales la CDU y la CSU perdieron 55 escaños y el SPD 40.
La crítica no parece infundada, como tampoco lo parece su opinión de que no cabe excluir la posibilidad de nuevas elecciones a corto o medio plazo. El sábado pasado, el congreso de la SPD en Sachsen-Anhalt votó contra la reanudación de negociaciones con la CDU y la CSU aunque tal voto no es vinculante y el peso de los delegados que enviará al congreso nacional del partido se limita a seis representantes.
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«La reedición de una Grosse Koalition puede ser peor que la enfermedad de una nueva cita electoral»
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También reina el escepticismo en Nordrhein-Westfalen, donde se considera indispensable perfeccionar los términos del acuerdo, algo que rechazan de plano tanto la CDU como las CSU; además, en Schleswig-Holstein, el partido exige la derogación de los contratos de trabajo improrrogables sin causa que justifique su no renovación.
Así las cosas y sin prejuzgar el resultado del Landesparteitag del SPD del próximo domingo, resulta difícil imaginar que pueda llevarse a cabo el punto clave del preacuerdo, a saber, que tanto en el Bundestag como en sus comisiones los miembros de la gran coalición votarán conjuntamente incluso en temas que no han sido objeto de acuerdo. En mi opinión, la reedición de una grosse Koalition puede constituir un remedio peor que la enfermedad de una nueva cita electoral. El tiempo lo dirá.
17/01/2018. © Todos los derechos reservados