<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español convocó ayer al embajador de Irán en Madrid, Hassan Ghashghavi, para protestar por la ejecución del ciudadano británico-iraní Alireza Akbari, que había sido acusado de espionaje y de trabajar para el MI6, el servicio de Inteligencia de Reino Unido.</strong></h4> En un comunicado emitido anoche por el Ministerio de Asuntos Exteriores, <strong>el Ejecutivo “condena firmemente”</strong> la ejecución y anuncia la convocatoria del embajador, para transmitirle el rechazo de la ejecución. Según pudo saber <em>The Diplomat</em>, <strong>Hassan Ghashghavi ha sido citado para que acuda el lunes al Departamento que dirige José Manuel Albares</strong>. Allí, a tenor de lo que indica Exteriores en su comunicado, se le insistirá en el llamamiento de España a las autoridades iraníes “a poner fin a las ejecuciones y las condenas a muerte”. El comunicado reitera la posición contara de España a ese castigo “en todos los países del mundo y en todas circunstancias”. El Gobierno español ha tomado esta decisión horas después de que <strong>el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak,</strong> a través de su cuenta de Twitter, calificara la ejecución de <strong>“acto insensible y cobarde, llevado a cabo por un régimen bárbaro</strong> que no respeta los Derechos Humanos de su propio pueblo”. El Gobierno británico, además, convocó al encargado de Negocios iraní en Londres al Ministerio de Asuntos Exteriores británico, cuyo titular, James Cleverly, anunció i<strong>mposición de sanciones contra el fiscal general de Irán, Mohamad Yafar Montazeri,</strong> por entender que, desde su cargo, "está en el corazón del uso de la pena de muerte” en régimen de los ayatollas Otros países europeos, como Francia, convocaron también a los representantes diplomáticos iraníes en sus respectivas capitales, para trasladarles su protesta por la ejecución de Alireza Akbari, que fue viceministro de Defensa durante el mandato del expresidente iraní Mohammad Mohammad Jatamí (1997-2005), y a quien el actual Gobierno iraní acusó de ser uno de los "agentes más importantes" del MI6, el servicio de inteligencia británico, y todo un "maestro del espionaje”. Días atrás, la Unión Europea convocó al embajador de Irán ante las instituciones comunitarias, Hosein Dehghani, para mostrar su condena por dos ejecuciones de manifestantes aplicadas en Irán. Lo mismo hicieron los Gobiernos de Francia y Alemania, mientras otros como el Noruega expresaban su rechazo a la aplicación de la pena de muerte a los manifestantes y a "responder a las protestas con reformas significativas”. En los últimos meses, el Ejecutivo español ha emitido manifestaciones de condena de las ejecuciones, pero es la primera vez que convoca al embajador iraní desde que lo hiciera el pasado 28 de septiembre -once días después de la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral-, para protestar por la represión de las manifestaciones y la vulneración de los derechos de las mujeres en aquel país.