<span style="font-size: small;"><strong>The Diplomat</strong>. 26/12/2017</span> El impulso que España consiguió dar en los últimos años del mandato de <strong>Barack Obama</strong> para tratar de resolver el contencioso de <strong>Palomares</strong> no parece, por el momento, suficiente para que la Administración de <strong>Donald Trump</strong> ponga el marcha el proceso de retirada de la tierra contaminada de esa población española, según detectan fuentes gubernamentales consultadas por <em>The Diploma</em>t. Las autoridades españolas consiguieron cerrar con el Departamento de Estado de Obama en octubre de 2015 un compromiso por el que Estados Unidos se encargaría de la operación de retirada de la tierra contaminada, cincuenta años después del accidente que provocó la caída cuatro bombas termonucleares al chocar en vuelo dos aviones estadounidenses. Sin embargo, la puesta en marcha de ese compromiso está paralizada desde entonces. Primero fueron las elecciones estadounidenses, después la crisis política que vivió España en 2016 y, finalmente, la llegada de Trump a la Casa Blanca. Hay pocas expectativas, con unos planteamientos nacionalistas de Trump que hacen difícil pensar en que pueda cumplir con un acuerdo que supone el reconocimiento por Washington de unas obligaciones con otro país. España, no obstante seguiría insistiendo en sus demandas y, posiblemente, este será uno de los asuntos con los uqe tendrá que lidiar en nuevo embajador estadounidense en Madrid, <strong>Richard Duke Buchan</strong>.