A. Rubio
“Irak ha vuelto”, dijo el embajador Salih Husain Ali el viernes, durante la inauguración del 25º Campeonato de la Copa del Golfo Arábigo, en un acto celebrado en su residencia oficial en Madrid. El jefe de la Misión iraquí en España aludía así no sólo a que su país volvía a organizar este torneo, sino a que poco a poco va dejando atrás las secuelas de los conflictos que lo han azotado desde 1991.
Precisamente ese año Irak dejó de participar en este campeonato futbolístico debido a las sanciones impuestas al régimen de Saddam Hussein. Por ello, la apertura del torno en Basora con el partido Irak-Omán fue una buena razón para convocar a numerosos diplomáticos, entre ellos los embajadores de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Líbano, Libia, Palestina, Qatar, y también al embajador de España en Bagdad, Pedro Martínez-Avial.
El embajador Salih Husain Ali recordó también el aniversario de las Fuerzas Armadas iraquíes, de las que destacó que en la actualidad mantienen un elevado nivel de profesionalidad y son un eje fundamental para los avances democráticos y la apertura que está experimentando el país.