<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Desde ayer 1 de enero, Suecia sucede a la República Checa y antecede a España en la Presidencia del Consejo de la UE, cuyas prioridades serán la seguridad -con especial atención a Ucrania-, la competitividad económica, la transición verde y energética y la defensa de los valores democráticos y el Estado de derecho.</strong></h4> “Seguridad, competitividad, transición ecológica y energética, valores democráticos y Estado de Derecho; éstas son las prioridades de la Presidencia sueca del Consejo de la Unión Europea en el primer semestre de 2023”, afirmó <strong>el primer ministro, Ulf Kristersson, el pasado 14 de diciembre durante la presentación del programa sueco ante el Riksdag (Parlamento).</strong> <strong>“Suecia asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en un momento de desafíos históricos para los Estados miembros y para la Unión en su conjunto”</strong>, prosiguió Kristersson. “La invasión ilegal, inaceptable y no provocada de Ucrania por parte de Rusia es una amenaza para la seguridad europea, con consecuencias nefastas para la migración, así como para los suministros mundiales de alimentos y energía”, manifestó. “Nuestra unidad y disposición a actuar siguen siendo fundamentales para la seguridad, la resiliencia y la prosperidad de la UE”, agregó. Por todo ello, según informó el Gobierno de Estocolmo, la primera de las cuatro prioridades de la Presidencia sueca en el primer semestre de 2023 será <strong>la seguridad</strong>, lo que incluirá, por un lado, la necesidad de apoyar económica y militarmente a Ucrania y de respaldar la entrada de este país en la UE y, por otro, la creación de “un consenso hacia una sólida política europea de seguridad y defensa para “contrarrestar la agresión de Rusia hacia Ucrania” e implementar la Brújula Estratégica. La segunda prioridad será <strong>la competitividad</strong>, a fin de impulsar el crecimiento económico para “hacer frente a nuestros desafíos a largo plazo”. “La UE debe seguir ofreciendo las mejores condiciones posibles para una economía sólida y abierta basada en la libre competencia, la inversión privada y el éxito de la digitalización”, explicó el primer ministro. <strong>La transición ecológica y energética</strong> constituye la tercera prioridad de la Presidencia sueca, para “hacer frente a los elevados y volátiles precios de la energía y abordar, al mismo tiempo, la reforma del mercado energético a largo plazo”. “La invasión rusa de Ucrania también ha hecho que la eliminación gradual de los combustibles fósiles sea aún más apremiante” y, por ello, “<strong>Suecia dará prioridad a los esfuerzos para acelerar la electrificación de la UE”</strong>, aseguró Ulf Kristersson. Con ese fin, es necesario “continuar las negociaciones para el aumento de la producción de energía libre de combustibles fósiles” y para “reemplazar la energía fósil rusa con otras fuentes de energía bajas en carbono”, prosiguió el jefe del Ejecutivo. “Al mismo tiempo, los Estados miembros de la UE que lo deseen pueden seguir asumiendo la responsabilidad mediante la construcción de nuevas centrales nucleares”, agregó. La cuarta prioridad es <strong>la defensa de los valores democráticos y el Estado de derecho</strong>. “La Unión Europea se basa en valores democráticos, allanando el camino para la cohesión, las libertades individuales, la no discriminación, el aumento de la producción económica y la influencia mundial”, aseguró la Presidencia sueca.