Imagen de refugiados sirios llegados a las costas europeas./ Foto: TD
The Diplomat. 07/03/2017
El Ejecutivo español manifestó ayer por primera vez en público su descontento por el sistema de reparto de cuotas de los 140.000 inmigrantes que llegaron a las costas europeas en 2015.
“Es un mal sistema, de muy difícil aplicación práctica porque tiene un importante efecto llamada y no ha funcionado. No queremos que este sistema sea permanente”, advirtió el secretario de Estado para la UE, Jorge Toledo, en su comparencia ante la Comisión Mixta de diputados y senadores en la que se debaten los asuntos comunitarios.
Previamente, el portavoz socialista, Eduardo Madina, incluyó este asunto entre los “dos suspensos nítidos” con los que, a su juicio, llega el Gobierno de Mariano Rajoy a la próxima cumbre europea del 9 y 10 de marzo en Bruselas. En este sentido, lamentó el “histórico ridículo” que está dando España “en materia de solidaridad” a la hora de acoger refugiados sirios.
Toledo rebatió con datos los argumentos de Madina. A día de hoy se han producido en la UE un total de 13.546 reubicaciones, de las que España ha asumido 851 (707 desde Grecia y 144 desde Italia) y ha reasentado a otros 289. La suma de ambos conceptos indica que se han acogido a 1.140 refugiados, “cifra relativamente baja” respecto a los más de 14.000 que se comprometió España el año pasado, aunque ese 10% supone estar en quinto lugar de la UE y en la media con el peso demográfico y de PIB que tiene nuestro país en la UE (entre el 8 y 9%).
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Madina (PSOE) lamentó el “histórico ridículo” que está dando España “en materia de solidaridad”
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El secretario de Estado adelantó que se van a reagrupar próximamente a otros 600, pero subrayó a continuación que este sistema de cuotas no contó con el apoyo inicial del Gobierno “porque sabía que no iba a funcionar al no fijarse en función de PIB y población, y no en el esfuerzo que se hace en protección de fronteras exteriores”, aunque finalmente votó a favor por solidaridad con Grecia e Italia. Otros países –como Polonia, Hungría, República Checa o Eslovaquia- se negaron a ello y llevaron este reparto ante el Tribunal de la UE.
“Se trata de un proceso extraordinariamente complejo, lleno de dificultades prácticas”, hizo hincapié Toledo antes de contar la historia de los primeros 20 inmigrantes que partieron hacia España desde Sicilia: 18 de ellos, de origen eritreo, se bajaron del autobús que les llevaba al avión al saber que iban a España y no a Alemania como deseaban. A ello se une la situación vivida en varios países, como Luxemburgo o Lituania, en los que llegan los refugiados y “al día siguiente cogen un tren y se van al país al que desean ir”, en referencia a Alemania.
Respecto a los últimos saltos en la valle de Ceuta, Toledo no vio relación alguna con las críticas marroquíes a la aplicación del acuerdo agrícola de la UE en el Sáhara. “Consideramos que la cooperación de Marruecos en materia migratoria es extraordinaria, muy positiva y colaboramos muy activamente en el control de los flujos migratorios. En 2016, los saltos en la valla de Ceuta fueron la mitad que en 2015”, sentenció.