El Evangelio de Miroslav, una de las joyas de la cultura serbia, simboliza desde ayer la estrecha colaboración cultural que mantienen Serbia y España, como puso de manifiesto el embajador Danko Prokic durante la recepción que ofreció en el Museo Nacional de Antropología con motivo de la celebración de su Fiesta Nacional. El manuscrito estará en exhibición en este museo hasta el próximo lunes, cuando iniciará una gira por diversos puntos de España.
Tras recordar que ambos países celebraron el año pasado el centenario de sus relaciones diplomáticas, Danko Prokic (en la foto superior, brinda con el director del Museo, Fernando Sáez Lara) subrayó que «estamos atravesando el mejor periodo de nuestras relaciones bilaterales» y añadió su agradecimiento a España por su apoyo a la integridad territorial de Serbia en Kosovo. Por último, aseguró que Serbia se encuentra «en el buen camino para lograr su objetivo de ingresar en la Unión Europea«.
En representación del Gobierno español, asistió el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, además del director general de Bellas Artes, Luis Lafuente. Entre los invitados destacados también se encontraba el ex entrenador del Atlético y del Real Madrid, Radomir Antic.
Asistieron, entre otros, los embajadores de Andorra, Austria, Bulgaria, Chipre, Eslovaquía, Grecia, Polonia, Rumanía, Rusia, Suiza, Turquía, Israel, India, Tailandia, Egipto, Jordania, Sudáfrica, Sudán, Túnez, Omán, y los ministros consejeros de las embajadas de China y Filipinas.
Texto y fotos: A. Rubio. 22/02/2017
[hr style=»single»]
El embajador de Serbia y su esposa reciben al embajador de Israel, Daniel Kutner.
El entrenador de fútbol Radomir Antic con el presidente del Centro Riojano, Pedro López, y su responsable de Enología, José Antonio Rupérez.
El embajador serbio durante su discurso, en presencia del director del Museo Nacional de Antropología, Fernando Sáez Lara, y la consejera cultural de la Embajada de Serbia, Ana Milutinovic.
De izquierda a derecha, Nasrin Zhiyan y su madre, Massumeh Massi, con las embajadoras de Rumanía, Gabriela Dancau, y Chipre, Koula Sophianou.
