Portada del ‘folleto electoral’ de España./ Foto: TD
Eduardo González. 22/07/2016
El Gobierno español ha expuesto sus diez propósitos para el trienio 2018-2020 con los que pretende fundamentar, de aquí a las elecciones de noviembre de 2017, su candidatura para el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
España se presenta para cubrir una de las dos plazas que quedarán vacantes en el grupo de Europa Occidental y Otros, integrado por 28 de los 47 países que conforman este organismo. En un primer momento sólo se presentaron nuestro país y Australia, que nunca ha pertenecido al Consejo, pero posteriormente se unió Francia, que ya ha pertenecido en dos ocasiones al Consejo y que “no quiere dejar de estar en él”, según han indicado fuentes gubernamentales españolas, que no han ocultado cierto malestar por la candidatura gala.
Por tanto, uno de los tres países se quedará fuera, al igual que sucedió cuando España fue designada para entrar en el Consejo de Seguridad. El Consejo Europeo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, fue creado en 2006. España formó parte por última vez de este organismo en el trienio 2012-2014, después de haber sido excluido para el periodo 2009-2011 al perder por un solo voto frente a Francia y Reino Unido.
Las grandes líneas de la candidatura española han sido presentadas públicamente a través de un documento titulado España 2018-2020. Candidata al Consejo de Derechos Humanos, en el que se expresa la “voluntad firme” de nuestro país de “contribuir a la defensa y promoción de los derechos humanos en el mundo”, como “reflejo de una clara exigencia de la sociedad española”.
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Nuestro país competirá con Francia y Australia por uno de los dos puestos del grupo occidental
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Tras asegurar que España ha contribuido “al funcionamiento efectivo del Consejo de Derechos Humanos”, el documento repasa los momentos en que nuestro país promovió las cuestiones relativas a esta materia en el Consejo de Seguridad (con mención especial al papel de las mujeres en los procesos de paz) e indica que los derechos humanos “son parte esencial de la Cooperación Española al desarrollo”.
Aparte, el folleto expone los “diez propósitos para el trienio 2018-2020”, en los cuales se compromete a mantener “un nivel elevado y constante de exigencia en la defensa y promoción de los derechos humanos”, a trabajar en favor de la “efectiva igualdad de oportunidades” y contra la discriminación y a defender los derechos de las personas con discapacidad.
Asimismo, España se compromete a defender los derechos económicos y sociales, incluido el derecho al agua potable y al saneamiento; a promover “la democracia y el Estado de derecho”, a luchar “contra el racismo, la xenofobia y los delitos de odio” y a contribuir a la mejora del Consejo de Derechos Humanos, entre otros propósitos más puramente retóricos. Con este documento, y a más de un año vista de la votación, el Gobierno español “ya está en campaña, dando la tabarra a otros países”, indicaron las citadas fuentes.