Margallo junto a Long durante el desayuno informativo./ Foto: TD
Eduardo González. 02/07/2016
El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, presentó ayer en Madrid a su homólogo ecuatoriano, Guillaume Long, durante un desayuno informativo en el que destacó las relaciones “especialmente intensas y amistosas” que mantienen los dos países.
Durante su intervención en el Foro América, organizado por la agencia española Europa Press, el jefe de la diplomacia ecuatoriana se mostró muy crítico con la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de invocar, por primera vez y en contra de la voluntad del Gobierno de Venezuela, la Carta Democrática de la OEA.
“Claramente se ha extralimitado en sus funciones”, denunció. «La Secretaría General de cualquier organización se debe a los países miembros, que son los que le han elegido, y no puede extralimitarse”, prosiguió. “La OEA debe bajar los ánimos, no polarizar más”, añadió Long, quien elogió los esfuerzos mediadores efectuados en Venezuela por UNASUR y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, se encontraba entre los invitados al acto, junto a su homólogo de Ecuador, Miguel Calahorrano, y a la representante de Costa Rica, Doris Osterloff.
Por otra parte, el ministro ecuatoriano agradeció la ayuda internacional recibida por Ecuador, tanto de los países vecinos como de España, tras el terremoto que sacudió la ciudad de Manabí el pasado mes de abril, que causó 668 muertos, y anunció que se ha llegado a un acuerdo con el Gobierno español para la concesión de dos líneas de crédito para la reconstrucción de la zona más afectada.
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Margallo ofrece la disponibilidad de España para lograr la supresión de visados para ecuatorianos en la UE
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Asimismo, Long instó a los empresarios españoles a invertir en su país, donde, aseguró, las inversiones efectuadas por el Estado desde la llegada al poder de Rafael Correa en 2007 han permitido desarrollar las infraestructuras, la conectividad y los servicios y han servido de “factor de atracción de la inversión privada».
Por su parte, García-Margallo aseguró que las relaciones con Ecuador “con especialmente intensas y amistosas” en el plano político pero todavía no han alcanzado “la dimensión que podrían alcanzar” en el económico.
En ese sentido, el jefe de la diplomacia española ofreció la disponibilidad de las empresas españolas para ayudar al país a diversificar su economía y “evitar, como decimos en España, poner todos los huevos en el mismo cesto”. Asimismo, García-Margallo se comprometió a trabajar en el seno de la UE en favor de la supresión de los visados para los ciudadanos ecuatorianos, “al igual que lo hicimos con peruanos y colombianos”.