Margallo, entre los secretarios de Estado Ignacio Ybáñez y Fernando Eguidazu./Foto. TD
Eduardo González. 28/04/2016
“España ya no es aquel país aislado y fuera del contexto de las naciones de 1977, ahora es un país que influye en el entorno internacional y que es influido por el entorno internacional”. Con estas palabras, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quiso resumir ayer el espíritu del primer Informe Anual sobre la Aplicación de la Estrategia de Acción Exterior.
El informe, el primero de este tipo y que fue presentado en el Palacio de Santa Cruz en presencia los altos responsables de Exteriores, de numerosos embajadores y de los medios de comunicación, destaca que, en 2015, España supo mantenerse «donde tenía que estar», reforzando su posición como “potencia media de vocación global” y contribuyendo, desde el Consejo de Seguridad de la ONU, a la paz y la seguridad en el mundo.
Uno de los aspectos más sobresalientes de este balance, según Margallo, ha sido la puesta en marcha de “un marco normativo de nueva planta para la acción exterior”, con la aprobación de la Ley de Acción y del Servicio Exterior, la Estrategia de Acción Exterior, la Ley de Tratados y Ley de Inmunidades y el Reglamento de la Carrera Diplomática.
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“España ya no es el país aislado de 1977, ahora influye y es influido”, afirmó ante embajadores y altos cargos
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El informe, prosiguió el ministro, incluye una serie de retos pendientes que, a su juicio, debería afrontar el próximo Gobierno, como “el redespliegue del servicio exterior para adaptarlo al siglo XXI”, una “mayor coordinación con todos los departamentos o entes públicos que hacen acción exterior”y el impulso “decidido” de la cooperación al desarrollo, que se ha visto afectada por un “recorte importante”.
El documento destaca que «España paga un precio muy alto en términos de presencia e influencia internacional” a causa de la “drástica” reducción de la ayuda al desarrollo por culpa de la crisis, con un descenso acumulado del 68 por ciento entre 2010 y 2014. Sobre esta cuestión, Margallo recordó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “reiteró en la Asamblea General de la ONU el compromiso de llegar al 0,7 % del PIB en materia de ayuda oficial al desarrollo”.